Siempre esta imagen
de la mano y la frente,
del escrito devuelto al pensamiento.
Cual pájaro en el nido
mi cabeza está en mi mano.
Quedaría por celebrar el árbol
si no hubiera por todas partes desierto.
Inmortales para la muerte.
La arena es nuestra insensata
partija de herencia.
Pueda esta mano
donde se ha guarecido el espíritu,
estar llena de simientes.
Mañana es otro término.
¿Sabías que nuestras uñas
fueron antaño lágrimas?.
Arañamos las paredes con nuestros llantos
endurecidos como nuestros corazones infantes
No puede haber salvamento
cuando la sangre ha anegado el mundo.
Solo disponemos de nuestros brazos
para alcanzar la muerte, a nado.
(Mas allá de los mares, encima de las crestas,
minúsculo planeta no identificado,
manos unidas, redondas manos plenas,
escapadas a la gravedad)
Cuando nos sea devuelta la memoria
¿conocerá el amor al fin su momento?
Felicidad de un viejo secreto compartido.
Al universo se sigue aferrando
la esperanza del primer vocablo;
a la mano, la página arrugada.
Solo hay tiempo para el despertar.
EDMOND JABES
de la mano y la frente,
del escrito devuelto al pensamiento.
Cual pájaro en el nido
mi cabeza está en mi mano.
Quedaría por celebrar el árbol
si no hubiera por todas partes desierto.
Inmortales para la muerte.
La arena es nuestra insensata
partija de herencia.
Pueda esta mano
donde se ha guarecido el espíritu,
estar llena de simientes.
Mañana es otro término.
¿Sabías que nuestras uñas
fueron antaño lágrimas?.
Arañamos las paredes con nuestros llantos
endurecidos como nuestros corazones infantes
No puede haber salvamento
cuando la sangre ha anegado el mundo.
Solo disponemos de nuestros brazos
para alcanzar la muerte, a nado.
(Mas allá de los mares, encima de las crestas,
minúsculo planeta no identificado,
manos unidas, redondas manos plenas,
escapadas a la gravedad)
Cuando nos sea devuelta la memoria
¿conocerá el amor al fin su momento?
Felicidad de un viejo secreto compartido.
Al universo se sigue aferrando
la esperanza del primer vocablo;
a la mano, la página arrugada.
Solo hay tiempo para el despertar.
EDMOND JABES
6 comentarios:
¡...qué último verso más perfecto!
¿cómo será todo cuando, al fin, despertemos?
Un abrazo
¿Cuál fue el primer vocablo, la primera palabra que pronunciamos para, con ella aprehender el mundo? Me ha venido a la memoria Juan Ramon Jiménez "intelijencia dame el nombre exacto de las cosas"
Cuando nos sea devuelta la memoria... ¿ qué haremos entonces con el recuedo?
Bellísimo, Luis.
Un placer, como siempre.
Es un poema muy interesante que no conocía, como a su autor. Lo que compruebo es que te interesas solo por autores clásicos o ya desaparecidos.
Luis, supongo que por problemas, tuviste cerrado ayer los comentarios. Me ha gustado el poema de Jabes y espero esas Postrimerías sevillanas que nos anuncias.
Un abrazo
No puede haber salvamento
cuando la sangre ha anegado el mundo.
Solo disponemos de nuestros brazos
para alcanzar la muerte, a nado.
Estos versos bien podrían acompañar a mi collage...
Gracias y un abrazo a todos.
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