Para Ana, siempre por la calle del mar
Las huellas de la luz
en el árbol de la vida.
Te sigo con mis pasos hacia el Atlántico,
la tarde de espumas en el viejo malecón.
Allí entregado a los ojos del tiempo,
la figura y el rostro que ha detenido la tormenta,
el árbol que sangra.
Domingo, 30 de mayo de 2004
Domingo, 30 de mayo de 2004
6 comentarios:
Muy intenso y bello, luis. Me gusta la ultilización que haces de los símbolos y el cierre.
Un abrazo
"Allí entregado a los ojos del tiempo..." me guardo este verso , junto a otros que admiro, e un rincón de mi memoria.
Un abrazo
Se presinte, en tan breve poema, el amor, la vida y la belleza. No abunda esta poesía. Felicidades.
Me habían hablado muy bien de tu blog, que me ha gustado mucho. Hay exelente literatura, retratos muy singulares sin afan militante ni insoportable actualidad. Volveré mas a menudo.
Un amigo suyo, Jesús Armenteros, entró hace poco en mi blog recomendándome el suyo.
Aún no lo he leído entero, pero estoy
totalmente de acuerdo con el último comentario. Seguiré leyéndole.
Un saludo.
Gracias por vuestros comentarios y bienvenida Olga
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