domingo, 7 de diciembre de 2008

BARRICADA


La noche del 22 de Julio de 1936, en la Plaza de San Marcos hay muchos hombres tendidos y encañonados, no cesan las descargas y el fuego. Entre los rescoldos de la Iglesia el cadáver de un sacerdote, no lo mata la turba roja, sino el lumpen sevillano, que sirve muy bien a Queipo.
A primera hora de la mañana, dos cañonazos han impactado en el arco de la Macarena, ha sido la señal del Comandante Castejón para el asalto al barrio, que ha rechazado y resistido heroicamente a las tropas sublevadas con palos, escopetas de caza y algún que otro viejo rifle Spencer, Triana acaba de ser sometida a sangre y fuego. Tropas profesionales provenientes del norte de Africa y bien equipadas avanzan por la calle San Luis, casa a casa y cuerpo a cuerpo se combate. Por Bustos Tavera aun camina José López en la cuerda de presos, mientras por los balcones se asoman vecinos que les increpan. Esta tarde de Junio, este viejo campesino de la Sierra Norte sevillana ha bajado otra vez a la barricada del recuerdo.

En Sevilla y la Gloria.
Junio 2004

8 comentarios:

Marisa Peña dijo...

La foto es increíble. Ese instante detenido, viejo daguerrotipo en blanco y negro de una historia que nunca debió haber sido, y "la barricada del recuerdo"... Y tanta sangre, y tanto dolor y tanto fuego y tantas historias como la del sacerdote abatido y la de José López que esperan ser contadas.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Sobrio y elegante relato de aquellos tristes sucesos.

Un abrazo

Anónimo dijo...

Creo que te quedas corto con el armamento que tenían en su poder las gentes del barrio, de todas formas me ha gustado la historia.

Un saludo

Juanma dijo...

Ciertamente, la fotografía me parece impactante.

Un abrazo.

Anónimo dijo...

Te felicito por esta entrada, difícil sobriedad y elegancia en la brevedad del relato.

Un saludo

Anónimo dijo...

Luis, bajo tu aparente frialdad utilizas muy bien la emoción, nada de colorismo ni barroquismo.

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias por vuestros comentarios.

Un abrazo a todos.

ONDA dijo...

Fotografía y texto que también inmortaliza en momento....

Momento triste, tragico que debería actuar como un resorte como una sacudida en mentes sanas para que no se vuelva a repetir y como la campanada para romper odios

Pasados tantos años de aquello y sin una reconciliación verdadera todos nos deberíamos echar a la calle para abrazarnos...

Todos todos menos los políticos que enarbolan falsas, sus banderas.

Un abrazo querido amigo.