martes, 25 de septiembre de 2012
lunes, 24 de septiembre de 2012
lunes, 3 de septiembre de 2012
AUTOR
Autor de literatura fuerte,
escueta y directa, politizada y sentida, ha reflexionado en toda su novelística
sobre el resto del fragmento/global, aquel que va deviniendo en memorialismo. Al
frente, con levedad y peso, en un mismo plano sus disgresiones
narrativo-filosóficas, hay un ataque a lo expresivo como matriz creadora.
LA RISA Y EL OLVIDO
Es tarde, la luz del
cielo descansa,
el alma antigua revive hacia otro mar.
A veces vuelve sonando en la noche
en el fuego de su aire,
enciende entonces su lejana niebla
en tus pupilas breves.
No esperes la desconsolada noche
donde están los abrazos infantiles,
siempre fueron las risas de la muerte.
Septiembre, 1999
EL CÍRCULO DEL NOMBRE
Pasan las calles,
los niños, oyeron la música,
nuestros pasos ya tienen silencio,
memoria de palabras y fuegos.
La luz hiere el temblor de la penumbra,
los niños, de otro silencio,
pasan
ahora, clareando su pensamiento
en el aire del verano, aquel
alimento de la luz,
recuerdos de la senda vacía.
Hablas y esperas,
duermes en las venas,
penetras el tiempo cuando has entrado.
Nuestros pasos
oyeron la pureza, ahora
vas a volver.
Septiembre 2000
Septiembre 2000
ARDE EN EL DÍA
Quiero regresar a la
oscuridad de la llama,
a la máscara de los
ciegos.
Quiero la tormenta vencida
la noche que arde en el
día.
Estas cosas;
en la oscuridad la llama
la máscara de los ciegos,
la tormenta vencida
es alzada,
la noche que arde en el
día
el canto de la tormenta
vencida
en otros ojos
la frente de la noche
que arde en el día.
Ya no sabemos quien
esculpe la herida
quien alza la respiración
en un cielo tan bajo.
las manos esculpen la
tierra
la noche arde en el día
frente de la noche de los
hombres.
En los ojos se han
adentrado
ya no sabemos donde
estamos.
En vuestros cantos la
tormenta vencida
alzada tu sombra al
respirar
la fuga del tiempo y sus
cenizas
las manos esculpen la
tierra
la noche arde en el día
el cuerpo acariciado es la
propia herida
la mascara de los ciegos
en las calles iluminadas
tallada en la sed
el cielo esta muy bajo
alzado al expirar.
Y la noche arde en el día
en la máscara de los
ciegos
tras el muro, atravesada,
la lluvia.
Refugia
la mano.
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