martes, 31 de diciembre de 2013

ATLÁNTICO, 1967



La luz en la grieta atlántica,
lejana,
solo su rumor dentro.
La luz en el verano tardío,
tu piensas en el fervor de las manos del tiempo,
no recuerdo el mar de aquellos ojos.


La travesía del fulgor, 1998

lunes, 30 de diciembre de 2013

ATLÁNTICO, 1967



Las dunas, tras la morera,
su silencio en el verano
remoto. Por la ventana
ahora, mientras regresas
del mediodía marino
al refugio de la sal.
Tenías en aquel tiempo
las aves del cielo antiguo,
un viento de claridad.

La travesía del fulgor, 1998

martes, 10 de diciembre de 2013

MENTIRAS DEL FÚTBOL SEVILLANO



El primer libro de Carlos Romero es un trabajo que habla de las relaciones, los subterfugios, las trampas y los hechos más escandalosos ocurridos entre los principales clubes de fútbol sevillanos en el transcurso de la Historia. Arrestos de jugadores, militares de rancio abolengo, puñaladas, engaños memorables, goleadas de antología, escándalos inmobiliarios, entre otros, en esta primera entrega, que podrá gustar o no, pero que no dejará a nadie indiferente. 


Profundiza en los personajes clave a lo largo de 65 años, que abarca desde 1890 hasta 1955. E. F. Johnston, Papa Jones, José Luis Gallegos, Carlos Alarcón de la Lastra, Spencer, Cuesta Monereo, Sáenz de Buruaga, Ignacio Sánchez Mejías, Ramón Sánchez-Pizjuán… son algunas de las personalidades que aparecen. 

Al mismo tiempo observaremos en el contenido un reflejo de la sociedad sevillana de finales del siglo XIX y de principios del XX, en cuanto a los orígenes del fútbol hispalense, así como una visión antropológica de la misma, deteniéndonos especialmente en el tramo de la II República, Guerra Civil y la posguerra. 

Es un libro que habla de fútbol, pero no encontrará en él alineaciones habituales, estrategias, resultados y clasificaciones. No es un libro de política, pero la misma está presente inexorablemente. Es un libro que profundiza en la idiosincrasia sevillana más arraigada, una idiosincrasia única en el mundo. 

Más de 40 Publicaciones periodísticas de las distintas épocas consultadas, de las que se han extraído en torno a 120 sueltos periodísticos; más de 20 volúmenes bibliográficos referidos; decenas de archivos y hemerotecas nacionales e internacionales, y el mejor equipo de investigación tras el autor con cientos de horas de investigación, son el bagaje para llegar a las conclusiones que esta obra propone. 

GUARDIANES DE LA MEMORIA. 

MENTIRAS DEL FÚTBOL SEVILLANO



El primer libro de Carlos Romero es un trabajo que habla de las relaciones, los subterfugios, las trampas y los hechos más escandalosos ocurridos entre los principales clubes de fútbol sevillanos en el transcurso de la Historia. Arrestos de jugadores, militares de rancio abolengo, puñaladas, engaños memorables, goleadas de antología, escándalos inmobiliarios, entre otros, en esta primera entrega, que podrá gustar o no, pero que no dejará a nadie indiferente. 

Profundiza en los personajes clave a lo largo de 65 años, que abarca desde 1890 hasta 1955. E. F. Johnston, Papa Jones, José Luis Gallegos, Carlos Alarcón de la Lastra, Spencer, Cuesta Monereo, Sáenz de Buruaga, Ignacio Sánchez Mejías, Ramón Sánchez-Pizjuán… son algunas de las personalidades que aparecen. 

Al mismo tiempo observaremos en el contenido un reflejo de la sociedad sevillana de finales del siglo XIX y de principios del XX, en cuanto a los orígenes del fútbol hispalense, así como una visión antropológica de la misma, deteniéndonos especialmente en el tramo de la II República, Guerra Civil y la posguerra. 

Es un libro que habla de fútbol, pero no encontrará en él alineaciones habituales, estrategias, resultados y clasificaciones. No es un libro de política, pero la misma está presente inexorablemente. Es un libro de profundiza en la idiosincrasia sevillana más arraigada, una idiosincrasia única en el mundo. 

Más de 40 Publicaciones periodísticas de las distintas épocas consultadas, de las que se han extraído en torno a 120 sueltos periodísticos; más de 20 volúmenes bibliográficos referidos; decenas de archivos y hemerotecas nacionales e internacionales, y el mejor equipo de investigación tras el autor con cientos de horas de investigación, son el bagaje para llegar a las conclusiones que esta obra propone.

Guardianes de la Memoria.
La palangana mecánica.

martes, 19 de noviembre de 2013

PRESENTACIÓN


LA RESISTENCIA EN SEVILLA. UN INTENTO DE DERROCAR A QUEIPO. 

Concha Morón Hernández. 

Prólogo de José Luis Gutiérrez Molina. Con la colaboración de: José María García Márquez; Luis Ocaña Escolar y Rafael López. 

ACONCAGUA LIBROS. 

Día: Martes 19 de noviembre, 7,30 de la tarde. Lugar: Salón de Actos Fundación Obra Social de Cajasol Plaza de San Francisco de Sevilla, Andalucía (entrada por calle Chicarreros).

lunes, 18 de noviembre de 2013

ESPAÑA COMO ANOMALÍA



Por Luis García Montero

“Pero no ha llegado la paz, Luisito: ha llegado la victoria”. Esa es la respuesta que le da don Luis a su hijo en la escena final de Las bicicletas son para el verano de Fernando Fernán Gómez. Se trata de una escena memorable no sólo porque pertenezca a una de las mejores obras de nuestro teatro contemporáneo. El presente político español suele devolverle también la realidad. Nuestra historia nos condena a vivir instalados en la anomalía. 

Leo con estupor que María Dolores de Cospedal anuncia en una convención de los jóvenes del PP que el gobierno quiere impedir a los tribunales internacionales la posibilidad de corregir decisiones tomadas en España. Sus palabras son gravísimas y suponen un disparo en el corazón de la democracia española. Nos devuelven a lo peor de la mentalidad intransigente del tradicionalismo patrio. Negar la legitimidad del derecho internacional (por ejemplo, de un Tribunal de Derechos Humanos) es una postura que nos coloca una vez más en la anomalía democrática. ¿Hemos salido alguna vez de ella? 

La sentencia sobre la “doctrina Parot”, aunque responde a una impecable sensatez jurídica, ha levantado revuelo en el orgullo nacional. Supongo que no alcanzará tanto eco, ni la mitad de la mitad, otra intervención extranjera que sin embargo me parece de mucho más calado histórico y social. Me refiero al informe del Grupo de Trabajo de las Naciones Unidas sobre las Desapariciones Forzadas o Involuntarias. Los resultados son muy duros por lo que se refiere a España y no ya porque denuncie el desamparo en el que han vivido las víctimas del franquismo. Después de Camboya, somos el segundo país del mundo con más desaparecidos. Lo que me parece de verdad grave es que se denuncie el uso de la Ley de Amnistía de 1977 como una medida de punto final típica de las dictaduras para impedir la investigación de crímenes contra la humanidad. Ese es el uso que ha hecho de ella el triste, feo y desacreditado Tribunal Supremo. 

En definitiva: la tan cacareada Transición Española no pertenece a la Paz. Fue el capítulo último de la Victoria. 

La manipulación de la historia de España ha sido decisiva a la hora de legitimar la perpetuación de la oligarquía económica del franquismo como bloque de poder en la democracia. Las élites económicas nunca vivieron la Transición como una oportunidad para la verdadera transformación democrática y social del país. Buscaron una estrategia que les permitiera a la vez mantener sus privilegios y conectar con el capitalismo europeo. Se manipuló la historia para ocultar las responsabilidades de la guerra y de una alargada y cruel posguerra en la que se estableció la anomalía española. 

Considero de lectura obligada el libro de Julián Casanova titulado España partida en dos. Breve historia de la Guerra Civil española (Crítica, 2013). El prólogo y el epílogo son tan importantes como el estudio del enfrentamiento bélico. En el prólogo se explica que España era un país europeo normal en el primer tercio del siglo XX. Los enfrentamientos y las tensiones propias de la época no fueron más violentas que en otros lugares y desde luego no justifican la interpretación de un inevitable golpe de Estado en 1936. Con la derrota de la república, llegó la Victoria, o lo que Julián Casanova llama la “paz incivil”. Entre 1939 y 1946, se ejecutaron al menos 50.000 personas y la cuenta no paró hasta 1975. Al contrario de lo que ocurrió con los caídos por Dios y por España, estos muertos fueron condenados al olvido, junto a tantos demócratas que acabaron en las tumbas, las fosas, el exilio y la cárcel a causa del golpe de Estado de 1936. No ocurrió lo mismo en Italia, Alemania, Austria o Francia. “En la larga y cruel dictadura de Franco –concluye Casanova-, reside, en definitiva, la gran excepcionalidad de la historia de España del siglo XX”. 

Esa anomalía llegó a la Transición con las consignas del olvido, la equidistancia y la manipulada reconciliación. Nadia quería venganzas en 1975. Pero hubieran sido muy aconsejables la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas para no condenarnos a una democracia sin raíces, sin valores y sin pudor público. 

María Dolores de Cospedal expresa ahora el deseo de una España al margen de los tribunales internacionales y los derechos humanos. Es algo que llena de angustiado asombro. Seguimos soportando la ignorancia bárbara de unos políticos que no se avergüenzan de sentirse herederos del franquismo porque piensan, o les interesa pensar, que la palabra crimen tiene que ver con la República y no con unos militares que, apoyados por la Iglesia y los terratenientes, se levantaron en armas contra la democracia constitucional que estaba intentando modernizar el país. Y así nos va.

jueves, 7 de noviembre de 2013

PRESENTACIÓN



"CONDICIÓN DEL EXTRAÑO", DE EFI CUBERO.

Viernes, 8  de Noviembre de 2013, a las 19.30 horas.
Casa del Libro de Sevilla, en  Calle Velázquez, 8.

Será presentado por Jesús Moreno Sanz.

lunes, 4 de noviembre de 2013

DE LA MATANZA FUNDACIONAL



Francisco Espinosa (Villafranca de los Barros, Badajoz, 1954) comenzó a investigar el golpe militar, la represión y la guerra civil en los años ochenta, antes de que surgiera el movimiento memorialista. Los familiares de los desaparecidos le propusieron como asesor en el frustrado sumario abierto por el juez Baltasar Garzón. Sigue reivindicando la historia ante la ocultación. La memoria frente a la impunidad del olvido. 

¿Cómo valora la visita del Grupo de Desapariciones Forzadas e Involuntarias de la ONU? 

Es importante que haya estado en España. La noticia ha recorrido todos los medios y aunque el Gobierno haya intentado no hablar del asunto, quiera o no, se ha visto tocado por ello. Creo que la representante del Grupo, Jasminska Dzumhur, después de lo que vio y escuchó, y del material que se le proporcionó, se podrá hacer una idea de lo ocurrido. El informe que publicaron tras la visita fue contundente. Ahora lo que queda por ver es la efectividad que puede tener este Grupo en un caso como el español, ya que la normativa de la ONU le impide tratar casos anteriores a su creación en 1945. Lo sabremos el año que viene. 

 ¿La conciencia social ha sido paralela a la labor de los historiadores? 

No. A finales de los setenta, cuando se dieron los primeros pasos para acceder a los archivos, la sociedad no estaba interesada. Sin embargo, cuando se publicaban libros sobre el golpe y la represión, se agotaban, porque versaban sobre un tema que se consideraba prohibido. También influyó el hecho de que, con la llegada del PSOE al poder en el 82, y al contrario de lo que se podía esperar, se produjo una reafirmación de que había que olvidarse del pasado. Ese mensaje se impuso durante años. El cambio de signo coincidió con la salida del PSOE y la llegada del PP. El movimiento memorialista se formó entre 1997 y 2002, y es entonces cuando se gestó cierta colaboración entre la historia y la memoria. Su eclosión alcanzó hasta 2008, cuando el Poder Judicial cortó de raíz la iniciativa de las organizaciones que se involucraron en el auto dictado por el juez Garzón. El movimiento asociativo quedó muy dañado. 
  
Los testigos de aquel periodo son ahora muy mayores 

Esta idea de que lo que nos importaba era el futuro evitó que los propios protagonistas dieran abiertamente su testimonio. Recuerdo que tras la publicación de algunos de mis trabajos, antes de la irrupción del movimiento en pro de la memoria, la gente se asombraba de poder ver listados con sus familiares y vecinos asesinados. Allí estaba a la vista el pasado que se había silenciado, y para ellos estos libros tenían un valor parecido al de un acta de defunción. Los historiadores sabemos que la memoria forma parte de la historia. Cuando consultas informes o sumarios de los consejos de guerra, te das cuenta de que aquello era la punta de un iceberg, y sólo a veces logras acceder a la zona oculta. En España, el momento de hablar nunca llegó. Muchos testigos han muerto sin poder contar sus vivencias. 
  
¿Por qué se continúa guardando silencio? 

Existen una serie de razones, algunas muy claras. Cuando se produce el final del fascismo en Europa, en España no ocurrió nada, y posteriormente, con la guerra fría, el régimen se perpetuó. Aunque existió una fuerte crítica de la ONU, se permitió que la dictadura prosiguiera, y que al final fueran el propio dictador y la oligarquía beneficiada por el régimen, con la supervisión de la CIA, los que trazaran por dónde iba a ir el futuro. En España no ha habido posibilidades de plantearse las cosas como se hicieron en Europa, donde sí hubo una catarsis y un cierre. Esa situación aquí no se ha dado, ni durante la Transición, ni después de ella. Por eso existe una derecha que nunca ha reconocido el franquismo. Incluso algunos de sus dirigentes han realizado declaraciones en el sentido de que fue un régimen que, a pesar de que no permitía elecciones, tuvo elementos positivos. Desde esta posición, no hay posible evolución, porque no ha habido ruptura. Se trata de una continuidad permanente, y no se plantea la validez y la legalidad de este proceso. Así ha sido hasta ahora, cuando ha empezado a cambiar. 
  
¿Y qué hizo la izquierda? 

No hizo nada. Simplemente, se adaptó. Intercambiaron poder por legitimidad. Los que vivimos aquella época sabíamos, evidentemente, que la dictadura era muy potente todavía. Fue un intercambio desigual. La derecha proporcionaba poder, y la izquierda dilapidó la fuerza y la dignidad acumuladas en la dictadura. Las voces discrepantes fueron neutralizadas.

El número de desaparecidos oscila entre 100.000 y 150.000. ¿Es una cifra fiable? 

Moverse con números siempre es fácil, y se requiere bastante esfuerzo para que esa cifra represente algo. En un trabajo que coordiné en 2010 para la editorial Crítica recogí todo lo que se había ido publicando sobre represión en distintas regiones del país, desde los ochenta hasta ahora. Después de extraer toda esta información llegué a 130.199 víctimas. Una cifra que aumentará si se sigue investigando. Sin embargo, los números de la represión que sufrió la derecha van a cambiar poco, porque se conocen. Son 49.000 personas, y existe una amplia documentación que puede confirmar caso por caso, pueblo por pueblo y comunidad por comunidad. Se pueden conocer los nombres de las víctimas, los testimonios de los familiares, y hasta los nombres de los culpables. Sin embargo, el problema es la represión que afectó a los otros. La dictadura intentó que quedara el menor rastro posible y todavía hoy no está claro qué fondos documentales existen, ni dónde se encuentran. 
  
Entonces, ¿es más peligroso el silencio o la ocultación? 

Vivimos en un país en el que no sabemos qué hay realmente en los archivos. Por ejemplo, parte de los documentos que tenían los militares en las auditorías de guerra y la información de la que disponía la Policía y la Guardia Civil en sus archivos, aún no han aparecido. Un acuerdo secreto del Consejo de Ministros tomado en tiempos de Zapatero y Moratinos mantiene que no se puede solicitar documentación considerada peligrosa, y remiten a la Ley de Secretos Oficiales de 1968 que, aunque modificada, sigue siendo básicamente la misma. Otro caso fue el de la desclasificación de 10.000 documentos militares, fechados entre 1936 y 1968. Los historiadores nos preguntamos cómo era posible que todavía estuviesen clasificados, cuando eso va contra la Ley de Patrimonio Histórico Español, que marca un plazo de 50 años a partir de su fecha para la consulta. Ese proyecto lo inició la ministra de Defensa Carme Chacón, pero no llegó a pasar por el Congreso y tras la llegada del PP, el nuevo ministro dijo que si su antecesora en el cargo no lo había considerado oportuno, por qué había de hacerlo él. ¿Qué documentos pueden ser éstos, de los años 36, 37, o 38, que atentan contra los intereses del Estado o a la seguridad nacional? Estamos intentando llegar a ellos a través de una abogada especializada en acceso a la información, pero todavía no sabemos el final de este asunto. Diversos partidos han preguntado al Gobierno y lo último que hemos leído es que parece que se está pensando en desclasificarlos. A ver si es cierto. 
  
Ha afirmado que la represión no fue una consecuencia de la guerra, sino que formaba parte del proyecto de la sublevación. 

El primer objetivo del golpe fue el terror y la paralización de la población, para que no opusiera resistencia. Pero no lo consiguieron, y el golpe derivó en guerra. Lo que parece claro es que los cinco años de República significaron tal provocación por las medidas que intentó tomar, y por las reformas que afrontó, que decidieron acabar con ella. Esto se percibe cuando se contempla la parte del país en la que triunfa el golpe: todo el occidente peninsular, desde Galicia hasta Cádiz, toda la zona de Aragón, Navarra, Baleares, Canarias. Ahí no se produjo ninguna guerra civil, porque lo que se dio fue un golpe que arrasó poblaciones y eliminó a alcaldes, concejales, cargos sindicales y a todas aquellas personas que consideraron contrarias. Hasta los nazis les aconsejaron realizar consejos de guerra, que se establecieron de forma generalizada a partir de febrero de 1937, y se prolongaron hasta 1945, e incluso más, por la resistencia guerrillera de finales de los cuarenta. 
  
La ley de Memoria Histórica supedita la búsqueda de los desaparecidos a la iniciativa civil. ¿Por qué no la asume el Estado? 

Porque se tendría que asumir la matanza fundacional del franquismo: que aquí sucedió como en Chile y en Argentina, en Honduras y El Salvador. Un golpe de Estado que para imponerse acabó con la vida de miles de personas, y que el franquismo se edificó sobre esa base. Muchos, incluidos del ámbito intelectual, están de acuerdo en que los restos de los desaparecidos deben exhumarse y entregarse a los familiares. Pero al mismo tiempo, han estado en contra de todo el movimiento de memoria y la investigación de la represión. La negativa a que se tomen medidas de sentido común no sólo viene desde el PP, sino también desde el PSOE. Esa es también una de las razones por las que no se ha avanzado realmente, porque tanto unos como otros están de acuerdo en cuestiones básicas. La primera de ellas es que la Transición es un valor permanente fuera de duda. Tratar de establecer lazos con la última experiencia democrática, la Segunda República, está vetado, porque el único referente debe ser la Transición. 
  
¿La actuación de las administraciones en el cementerio malagueño de San Rafael es un ejemplo a seguir? 

Allí no lo han hecho mal. Pero el caso del cementerio de Málaga es peculiar. Esa ciudad se ocupa en febrero del 37, y fue la primera en la que actuó la Fiscalía del Ejército de Ocupación con sus consejos de guerra. Constituían una farsa, pero al menos dejaban rastro: sentencias, certificados médicos, oficios a los juzgados, actas de defunción. En Málaga se sabe quienes murieron en San Rafael, y lo que se va a hacer es dignificar sus restos con la colaboración de los familiares. La Fiscalía actuó en todas las ciudades a partir de entonces. Pero, en general, toda la primera fase del golpe, de julio del 36 a enero del 37, se hizo a partir de bandos de guerra. Es posible identificar a las víctimas cuando se trata de fosas con muy pocas personas, como ha sucedido en localidades pequeñas de Castilla y León. Pero en pueblos extremeños y andaluces, de 15.000 o 20.000 habitantes, con cientos de desaparecidos, no se puede. 
  
¿Confía en que la Plataforma por la Comisión de la Verdad o la querella argentina cristalicen? 

Uno procura no ser demasiado pesimista, porque la propia realidad te lleva a ello. Las iniciativas que se han emprendido en este sentido han fracasado todas. Primero aquí, porque el caso Garzón se cerró con la negativa del Tribunal Supremo a que en España se pudiera revisar la justicia franquista. Tampoco en los tribunales europeos ha prosperado. En cuanto a la Comisión de la Verdad, espero que se llegue a hacer. Sobre la conexión argentina, y la posible solución que podría venir por ahí, hay tantas esperanzas como dudas. Parece realmente complicado que en un Estado como el español se puedan producir fisuras que permitan revisar los crímenes de los golpistas y de la dictadura.

EL MITO DE LA RECONQUISTA



Fue el propio Javier Peña el que se vio sorprendido en el transcurso de su investigación sobre el mito de la Reconquista, tema escogido por el historiador para su ingreso en la Academia Fernán González. «Para desconcierto mío, y supongo que para muchos de los lectores, es que este mito, al contrario que otros de los que he estudiado, que tienen su origen y su momento de mayor brillo en la Edad Media, no surgió entonces. Ni tan siquiera en la Edad Moderna. Jamás se habló entonces de Reconquista. La palabra ni se conocía. Se utilizó por primera vez en los cronistas españoles en torno al año 1800». 

El catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Burgos y uno de los más prestigiosos del ámbito académico español no desmitifica nada en su trabajo de ingreso en la Academia, titulado Castilla Medieval. Perfiles míticos. «Distingo entre mito y realidad histórica», puntualiza. En el acto, que se celebrará a finales de este mes de noviembre, Peña leerá un discurso resumido de ese estudio, mucho más amplio, que se publicará en forma de libro y que constará de doscientas páginas. Una obra que recoge el compendio exhaustivo de todos sus trabajos sobre los mitos relacionados con Castilla en la Edad Media pero que tiene en el de la Reconquista su punta de lanza, por cuanto es el más novedoso y el que arroja una nueva revelación científica. 

«Esa palabra alcanza con los románticos y los liberales unos contenidos que se van identificando poco a poco con la noción de Reconquista=Recuperación de una unidad nacional, la idea de nación, la idea de patria, que es el nervio del nuevo modelo de Estado que se está creando en el siglo XIX», explica Peña. Como entonces el de nación es un concepto con poco recorrido, «se le hace empezar en la Edad Media. Y así, la palabra Reconquista recoge todo el bagaje que no tenía en la Edad Media, se le proyecta hacia atrás y se la considera vigente desde entonces, utilizándose desde entonces para argumentar la idea de nación y de Estado Español. El propio Sánchez Albornoz, que fue un destacado medievalista, asegura que don Pelayo no empezó a luchar en Covadonga para restaurar el reino de los Godos, sino que empezó a fundar la nación española. Decir este es una barbaridad. No sé cómo pudo decir tal cosa.No existía entonces la noción de España como unidad política, y menos como noción de patria», subraya el historiador burgalés. 

La Reconquista, apunta Peña, es un concepto nacionalista. Lo utilizó, por ejemplo, Franco para hablar de la España una, católica y todo lo demás. «Franco utilizó símbolos medievales para darse consistencia histórica. Se identificó con Fernán González, con el Cid, por supuesto... Y después utilizó la palabra Cruzada, junto con todos los obispos de España, para dar lustre espiritual a la Guerra Civil, que nada tenía que ver con una Cruzada y que los Papas además no reconocieron. Incluso en algún discurso que dio en Burgos habló de su Cruzada y de su Reconquista, haciendo creer que ésta no acabó con los Reyes Católicos, sino que fue él quien la completó». Explica el catedrático que la utilización del término Reconquista se tuvo que asumir en la universidad en los años 60, siendo adoptado «como un fenómeno normal». Apostilla Peña que no es que no hubiera recuperación de territorios en la Edad Media. «Lo que no hubo fue idea de nación. Y esa idea es inseparable de la palabra Reconquista, porque nació con esa idea. Por eso propongo desistir de utilizar un vocablo que no tiene nada que ver con la realidad histórica presuntamente afectada por él. Los cronistas medievales hablan de conquistas, no reconquistas. 

Mito de la nación española 

El capítulo que Peña dedica a estas revelaciones, titulado La Reconquista: el mito de la nación española, no tiene desperdicio. Asegura Peña que es un trabajo que le ha dejado «exhausto». En su sesudo y contrastado análisis, concluye haciendo un llamamiento a abjurar el término Reconquista: «Si en la Edad Media nadie pensó en la Reconquista, y el término nació con unos contenidos totalmente ajenos a la medievalidad peninsular, tal vez convendría -por encima de las siempre loables revisiones críticas sobre su significado-, eliminarle definitivamente de nuestro léxico más técnico, manteniéndolo, en cualquier caso, como lo que siempre ha sido: un mito utilizado para explicar los diferentes presentes contemporáneos, sin utilidad alguna para analizar el pasado medieval. Es hora de que le confinemos al lugar que le corresponde: al rincón de los fósiles culturales, donde duermen los mitos gastados el sueño de sus mejores -o más inquietantes- recuerdos».

Fuente; Diario de Burgos.

miércoles, 30 de octubre de 2013

EL CAPITALISMO COMO RELIGIÓN


Por Walter Benjamin

Hay que ver en el capitalismo una religión. Es decir, el capitalismo sirve esencialmente a la satisfacción de las mismas preocupaciones, penas e inquietudes a las que daban antiguamente respuesta las denominadas religiones. La comprobación de esta estructura religiosa del capitalismo, no sólo como forma condicionada religiosamente (como pensaba Weber), sino como fenómeno esencialmente religioso, nos conduciría hoy ante el abismo de una polémica universal que carece de medida. [Y es que] no nos es posible describir la red en la que nos encontramos. Sin embargo, será algo apreciable en el futuro. No obstante, son reconocibles tres rasgos de esa estructura religiosa del capitalismo en el presente. Primero, el capitalismo es una pura religión de culto, quizás la más extrema que haya existido jamás. En el capitalismo todo tiene significado sólo en relación inmediata con el culto. No conoce ninguna dogmática especial, ninguna teología. Desde este punto de vista, el utilitarismo gana su coloración religiosa. A esa concreción del culto se vincula un segundo rasgo del capitalismo: la duración permanente del culto. El capitalismo es celebración de un culto sans trêve et sans merci (sin tregua ni piedad). En él no hay señalado un día a la semana, ningún día que no sea día festivo (en el sentido terrible del desarrollo de toda la pompa sacral) que constituiría el esfuerzo más manifiesto de quien adora. Este culto es, en tercer lugar, culpabilizante. Probablemente el capitalismo es el primer caso de culto no expiante, sino culpabilizante. Este sistema religioso se encuentra arrastrado por una corriente gigantesca. Una monumental consciencia de culpa que no sabe sacudirse la culpabilidad de encima echa mano del culto no para reparar esa culpa, sino para hacerla universal, forzarla a introducir en la consciencia y, [finalmente] y sobre todo, abarcar a Dios mismo en esa culpa para que se interese finalmente en la expiación. La expiación, por tanto, no debe esperarse del culto mismo, ni de la reforma de esa religión. Tendría que sostenerse en algo más seguro que en ella misma. Tampoco podría sostenerse en su rechazo. En la esencia de ese movimiento religioso que es el capitalismo [yace la idea] de resistir hasta el final, hasta la culpabilización final de Dios, hasta la consecución de un estado mundial de desesperación que es, precisamente, el que se espera. En esto estriba lo históricamente inaudito del capitalismo, que la religión no es reforma del ser, sino su destrucción. La expansión de la desesperación hasta un estado religioso mundial del cual ha de esperarse la salvación. La trascendencia de Dios se ha derrumbado, pero no ha muerto, sino que está comprendido en el destino de la humanidad. Ese tránsito del planeta humano por la casa de la desesperación en la absoluta soledad de su trayecto es el ethos determinado por Nietzsche. Ese hombre es el ultrahombre, el primero que empieza a cumplir, reconociéndola, la religión capitalista. Su cuarto rasgo es que Dios debe permanecer oculto, y sólo debe ser llamado en el cenit de su culpabilización. 

El culto es celebrado ante una divinidad inmadura y toda representación, todo pensamiento en esa divinidad daña el secreto de su maduración.

La teoría freudiana es también parte del dominio sacerdotal de ese culto. Está pensada de forma totalmente capitalista. Lo reprimido, la imaginación pecaminosa es, en lo más profundo y por [una] analogía que todavía habrá que clarificar, el capital, que paga intereses [verzinst] por el infierno del inconsciente.

El tipo de pensamiento religioso capitalista se encuentra extraordinariamente expresado en la filosofía de Nietzsche. El pensamiento del ultrahombre sitúa el salto apocalíptico no en la conversión, expiación, purificación [y] penitencia, sino en el aparente permanente acrecentamiento- si bien, en el último tramo, discontinuo y a saltos. Por eso, aumento y desarrollo son en el sentido del non facit saltum (del no dar saltos) inconciliables. El ultrahombre es el hombre histórico al que se llega sin conversión que traspasa el cielo. Este hacer saltar el cielo por medio de un acrecentamiento humano que religiosamente es y se mantiene (también para Nietzsche) como endeudamiento (culpa) [Verschuldung] lo prejuzgó Nietzsche. Y similarmente Marx: el capitalismo incambiable se tornará, con intereses e intereses de intereses, cuya función es la deuda (vid. La duplicidad demoníaca de ese concepto [deuda/culpa: Schuld], en socialismo.

El capitalismo es una religión del mero culto, sin dogma. El capitalismo se ha desarrollado en Occidente –como se puede demostrar no sólo en el calvinismo, sino en el esto de las orientaciones cristianas ortodoxas- parasitariamente respecto del cristianismo de modo tal que, al final, su historia es en lo esencial la de su parásito, el capitalismo. -Comparación entre las imágenes de los santos de las distintas religiones, por un lado, y los billetes de los distintos Estados, por otro-El espíritu que se expresa en la ornamentación de los billetes. {Aquí hay varias anotaciones bibliográficas: Fuchs, Weber, Sorel, Landauer Troeltsch…}

Las preocupaciones: una enfermedad del espíritu que es propia de la época. Situación espiritual (no material) sin salida que (deviene) en pobreza, vagabundeo, mendicidad, monacato. Una situación así que carece de salida es culpabilizante. Las “preocupaciones” son el índice de la consciencia de culpabilidad de la situación sin salida. Las preocupaciones se originan por el miedo ante la falta de salida colectiva, no individual-material. En tiempos de la Reforma el cristianismo no favoreció el advenimiento del capitalismo, sino que se transformó en él.Metódicamente habría que investigar en primer lugar qué vinculos estableció en cada momento el dinero con el mito, hasta que pudo atraerse hacia sí tantos elementos míticos del cristianismo para constituir ya el propio mito.[algunas citas..]Vinculo del dogma con el capitalismo, desde lo disuelto – y para nosotros en esa característica naturaleza del saber que es salvadora y que está muerta al tiempo (¿) . El balance como saber realizado y salvador (¿)}.Contribuye al conocimiento del capitalismo como una religión el hacer presente que originalmente los infieles consideraron la religión no como un “elevado interés moral”, sino como el más inmediatamente práctico. En otras palabras: fueron tan poco conscientes, como el capitalismo actual, de su naturaleza “ideal” o “trascendente”, que vieron más bien en el individuo irreligioso o heterodoxo de su comunidad, precisamente, a un miembro inconfundible de ella, igual que la burguesía actual los ve en sus miembros no productivos. 

Gesammelte Schriften,vol. VI, 100-103.

Fuente; :http://catigaras.blogspot.com/2008/05/el-capitalismo-como-religin-walter.html 

lunes, 21 de octubre de 2013

ESTÁN ENTRE NOSOTROS

Un retrato en primera persona de la sociedad gitana alejada de estereotipos sensacionalistas. 

Por Juanma Jiménez, aquí.

lunes, 14 de octubre de 2013

LA IGLESIA ESPAÑOLA, PESADILLA PERMANENTE


Por Francisco Espinosa

Hay quienes piensan que un criminal de guerra como Queipo no debería estar enterrado en la basílica de La Macarena o que la propia imagen de la virgen, cuando llega la semana santa, no debería salir con el “fajín de honor” regalo del militar golpista. Otros creen que los procesos de beatificación, reabiertos por la Iglesia española ante el cambio que supuso la llegada al papado del ultrarreaccionario Woytila, resultan excesivos e impropios de nuestro tiempo. Me refiero, entre otros, a procesos como el de 2007 en Roma y el que tendrá lugar ahora en Tarragona, con 498 y 522 beatificados respectivamente. 

Sin embargo, otros pensamos que Queipo está donde debe estar, en lugar principal y celebrado por los suyos, y que se hizo mal en ocultar hace unos años bajo el manto de “Hermano Mayor Honorífico” las referencias que en la lápida había a la fecha del golpe militar y al cargo que usurpó. ¿Hay alguna razón para que la misma hermandad que entregó la corona de oro de la virgen para financiar el golpe no utilizara ahora el fajín de Queipo? Lo lógico es que lo lleve. Como si quieren ponerle alguno de los regalos que le hizo otro sujeto clave en la represión: el auditor de la Segunda Región Francisco Bohórquez, hermano mayor durante años y cuyos restos también reposan en la basílica. Las firmas de Queipo y Bohórquez son las últimas que aparecen en los miles de expedientes y sumarios de la gran farsa seudojudicial con que los sublevados destrozaron la vida a miles de personas. Queipo y Bohórquez, unidos en la vida y en la muerte, en la propia y… en la ajena. En realidad Queipo, aparte de por su esposa, enterrada a su lado, debería tener al otro lado a Bohórquez. La historia de la basílica, un pastiche típico del franquismo, levantada de espaldas al barrio que masacraron y sobre un popular bar obrero, está íntimamente unida a esos dos individuos. ¿Por qué no habrían de estar allí enterrados? Como si quieren poner en la entrada uno de los cañones que bombardearon el barrio en el 36…

 ¿Y qué decir de las beatificaciones? ¿Extrañan a alguien? Sabemos hace ya muchos años con todo detalle la identidad y el número de víctimas que tuvo la Iglesia. Sin embargo, durante la dictadura, en los papados de Juan XXIII y Pablo VI, se consideró oportuno frenar la posible oleada de beatificaciones. En esta decisión debió contar el sentido común y la sensibilidad de algunos. ¿Quién mejor que la propia Iglesia, y sin duda el Vaticano, sabía que, además de víctima, había sido verdugo? La Iglesia fue pieza clave en la represión, parte del núcleo duro del fascismo español y componente esencial del andamiaje ideológico de la dictadura. ¿Por qué habían de interesarle los vencidos y sus víctimas? Para ellos solo contaban los morbosos martirologios que dedicaron a los suyos, todos los cuales murieron entre horribles torturas, gritando “¡Viva Cristo Rey!” y perdonando a sus asesinos. Los suyos no eran vulgares víctimas como las de los rojos sino “mártires de la fe” y naturalmente no podían morir como los rojos. Estos eran fusilados, mientras que ellos eran vilmente asesinados. Sin embargo, lo único de lo que sí fueron testigos como confesores, las palabras de las personas asesinadas por los suyos, lo olvidaron. De eso no dieron testimonio. 

Algunos mantienen que la Iglesia debe pedir perdón, sin pensar que nadie pide perdón por hechos que considera entre los más gloriosos de su historia. ¿Se imagina alguien al jesuita Martínez Camino y al cardenal Rouco pidiendo perdón por no haber obrado en aquellas circunstancias conforme a la religión que supuestamente representan y al mensaje evangélico? ¿Qué se puede esperar de una institución que no solo no levantó la voz sino que, de pleno acuerdo con los golpistas, colaboró de diversas maneras en el exterminio de miles de hombres y mujeres? ¿Qué tendrá que ver una estructura de poder al servicio permanente de la reacción con una religión que tiene por lema el amor al prójimo? 

Para una entidad con más de dos mil años de existencia el tiempo siempre juega a favor. En los años sesenta y setenta tuvieron que aplacar sus ansias beatificadoras, pero en los ochenta todo cambió. Había llegado el momento. Y desde entonces para acá los vientos políticos del mundo occidental no han hecho más que empujarnos hacia la derecha, con la Iglesia católica en vanguardia. Por su parte la Iglesia española, desde los tiempos gatopardescos de Tarancón hasta los de Suquía y Rouco no ha hecho más que superarse a sí misma. Y mientras más se le aleja el rebaño, peor. “Hay que reevangelizar España”, dijo Ratzinger hace unos años. Al pobre le habían informado de que España estaba volviendo a los años treinta. No me cabe duda de que si pudieran volverían a las “misiones” de los años cuarenta y cincuenta. La dosis de clericalismo que estoicamente soportamos les debe parecer poca. Pero ellos solo ven el anticlericalismo, que confunden con cualquier crítica que se haga al intrusismo permanente de la cúpula episcopal en la vida española. La Iglesia es la institución que nos hace más presente que el franquismo sigue ahí, como el dinosaurio de Monterroso. 

Ante esta interminable deriva y dado el panorama nacional, solo queda esperar que escampe y llegue la calma. Y que sigan en la misma onda: que Queipo repose en la basílica, que la virgen lleve su fajín, que sigan beatificando a los “mártires de la cruzada” y, sobre todo, que sigan sin darle la más mínima importancia a que lo hacen con el dinero de todos, incluidos los agnósticos, los ateos y los anticlericales. Que se alegren de contar con esa derecha que, como ellos, nunca ha roto amarras con el franquismo y que den las gracias al PSOE que, cuando ocupó el poder, les mantuvo y aumentó el dineral que se les regala anualmente. Y que sigan disfrutando, como si fuera suyo, del inmenso patrimonio artístico y monumental que poseen, por más que, de nuevo, sea el dinero de todos el que lo mantiene. 

Solo cuando la sociedad tome conciencia de lo que supuso el golpe militar del 36 será posible afrontar ese pasado. Entonces, de forma natural y por puro sentido común, la hermandad sacará de allí a Queipo y a Bohórquez, el fajín será entregado a la familia y la Iglesia pedirá perdón por todo el daño hecho al país a lo largo del siglo XX y organizará misas en memoria de las víctimas del fascismo. Será el momento oportuno para que la Conferencia Episcopal se autodisuelva humildemente. Nuestra única esperanza es que, por pura dignidad y decencia democrática, la sociedad se vaya alejando de ellos y pasando de todo lo que representan. Una cosa es segura: mientras no monten otra cruzada podremos hacerlo.

Fuente; andaluces.es

miércoles, 25 de septiembre de 2013

martes, 24 de septiembre de 2013

UN POEMA DE LEOPOLDO MARIA PANERO




HAY RESTOS DE MI FIGURA

Hay restos de mi figura y ladra un perro.
Me estremece el espejo: la persona, la máscara
es ya máscara de nada.
Como un yelmo en la noche antigua
una armadura sin nadie
así es mi yo un andrajo al que viste un nombre.

Dime ahora, payo al que llaman España
si ha valido la pena destruirme
bañando con tu inmundo esperma mi figura.
Tus ángeles orinan sobre mí.

San Pedro y San Rafael
en una esquina comentan
mientras avanzo borracho
sobre esa piedra, payo,
que llaman España.

De Piedra negra o del temblor

domingo, 22 de septiembre de 2013

DE LA HISTORIA, DEL GENOCIDIO


Cazalla, un pequeño pueblo al norte de la provincia de Sevilla fue masacrada por las tropas franquistas. Baste decir que contando con poco más de 10.000 habitantes, fueron represaliadas más de 1.200 personas y según datos confirmados, 332 fueron asesinadas o "desaparecidas". 

Los datos de las personas asesinadas pertenecen al libro "Las víctimas de la represión militar en la provincia de Sevilla 81936-1963)" de José María García Márquez. Aconcagua Libros y AMHyJ de Sevilla, 2012.

martes, 17 de septiembre de 2013

CONDICIÓN DEL EXTRAÑO

EFI CUBERO 
CONDICIÓN DEL EXTRAÑO. 
LA ISLA DE SILTOLÁ. 
SEVILLA, 2013 

En esta tarde clara de septiembre leo el nuevo libro de poemas de mi amiga Efi Cubero, poesía esencial la suya, como señala en el bien trazado prólogo Jesús Moreno Sanz. Hay en estas páginas una acumulada sabiduría del tiempo y algo que aprecio aun más; su gran conciencia reflexiva, esa conciencia es la integridad de su escritura, el eje invulnerable. Les dejo con este poema que me dedica, le deseo lo mejor con mi afecto y gratitud.


BRASA

La mañana despliega sus palabras
lo mismo que las hojas de este árbol,
como fecundación, como vestigio de luz tibia.
Quemaduras, claves, correspondencias…
Preguntas sin respuestas.
(Y la brasa secreta e invisible,
llueve sobre el silencio,
arde sobre las manos).

martes, 20 de agosto de 2013

FUEGOS



Ardiendo con más fuegos...Animal cansado, un latido de llamas me azota con fuerza la espalda. He hallado el verdadero sentido de las metáforas de los poetas. Me despierto cada noche envuelta en el incendio de mi propia sangre. 

Fuegos, 1936 
Marguerite Yourcenar.

lunes, 12 de agosto de 2013

RECUERDO DE SALVADOR MUT


Muchos no lo recordarán, pero el Sevilla FC tuvo otro magnífico guardameta valenciano; Salvador Mut. Aquí una imagen de 1960 en el Santiago Bernabéu. Fue el primer guardameta que vi y del que aun guardo memoria. 

miércoles, 31 de julio de 2013

DE LA MAREA





Oirse en la palabra viva, en las correspondencias de la memoria.

En la sombra cae la sal y la cal, es la transparencia de la mañana atlántica

Acaso solo agosto conoce las ventanas del oleaje.






martes, 30 de julio de 2013

DE LA HISTORIA



En la vieja imagen posan en el entrenamiento antes del partido entre las selecciones nacionales de España y Portugal. De pie, entre otros, Pepe Brand está a la derecha de Ricardo Zamora y sentados Herminio Martínez junto a Enrique Spencer, aunque no aparece, también está José Samitier. La vieja imagen es en el campo del Reina Victoria en el año 1923. La escuela sevillista está naciendo e irrumpiendo con su dimensión artística en este deporte. Hace unas noches recordaba a Manolo Ocaña en la lejana noche chipionera. Al adolescente le costaba creer que aquel hombre alto y anciano, tan torpe ya de piernas, fuera en su día un formidable futbolista, la emoción y el afecto guiaban sus recuerdos que desgranaba junto a su inseperable compañera Pepa.

Fuente Imagen; Ayer y hoy sevillista.

domingo, 21 de julio de 2013

LA ESCRITURA Y LA VIDA

Por Fernando Broncano

La escritora y militante de los nuevos feminismos Gloria Anzaldúa (1942-2004) aconsejaba a todas las mujeres (a todas) que se convirtieran en escritoras. Ella sabía de lo que hablaba. La escritura se abrió ante ella como una escalera para salir del pozo en que podría haberse convertido su vida de estigmas y resignación a un destino de mujer chicana abandonada en la cuneta de la historia. El cuaderno fue su Kamchatka, su último refugio de resistencia. 

En el consejo de Anzaldúa está implícito también un rechazo a la concepción deportiva del arte y la literatura, según la cual alguien tiene que triunfar sobre los demás y sobre el tiempo para ser reconocido como escritor o escritora clásico e inmortal. Se escribe para vivir no para sobrevivir. Se escribe para que las palabras se detengan antes de salir y nos dejen pensar y nos hagan más lento y denso el proceso de autotransformación en que consiste la vida. Escribir aunque sea una lista (de deseos, de olvidos); escribir sin sintaxis, un mapa de palabras; escribir una carta, muchas cartas; escribir un poema, una tesis, un cuaderno de campo. Escribir como forma de pensar. 

Al hablar nos encontramos en un espacio habitado por otros en el que nuestras palabras se acomodan a las situaciones. Sean relatos, preguntas o gritos, la palabra hablada es un modo de estar en otros. Escribir es habitar un territorio y vivir un tiempo propios. Cuando Virginia Woolf clamaba por un cuarto propio pensaba en un cuarto para escribir. Para todas, para todos. Y en realidad la escritura ya es ese cuarto. 

No han sido pocos los escritores que han escrito para seguir viviendo, hasta que han podido: la misma Virginia Woolf, Semprún, Primo Levi, Imre Kertész, Paul Celan, Liana Milu, Luis Martín Santos, Alejandra Pizarnik, David Foster Wallace. Pero han sido ilimitados más quienes han llevado su vida en un cuaderno. 

La escritura es el más efectivo instrumento para repartir la sensibilidad, para hacerse cargo de la experiencia y restañar las heridas de la vida. No es cosa de intelectuales ni de literatos enredados en juegos florales. Es una barrera que ponemos entre la Historia y la historia de cada uno. Cuando todo nos ha sido desposeído nos queda la palabra. Llega entonces el tiempo de la escritura. A pesar de que el psicoanálisis haya usado como terapia principalmente la palabra hablada, porque hablar ya es hacer que el alma deje desvelar su daño, la escritura añade una lentitud a la que nos obliga la elección de las palabras, el saberlas sobreviviendo a nuestro acto de habla. Escribimos para que el tiempo sea nuestro relato. Escribimos para que el lenguaje sea nuestra casa y no un páramo desolado.

sábado, 13 de julio de 2013

DE CALENDARIOS



Venías con la noche, estabas viva. Venías del fondo del cuerpo de la tierra, quemabas, había sal en tus ojos. Vivíamos en la transparencia del verano. Luego volvimos, estabas muerta, con la luz en el cuerpo del tiempo. En el ser del agua vuelvo a preguntarte por la luz, por el tiempo del rito en el recogimiento de tu corazón. Cuerpos de la tierra, umbral de cenizas; estabas viva, venías de mis ojos. 



lunes, 8 de julio de 2013

DE LA MAREA



Te separaste de los que visitaron aquella tierra, hijos del pueblo, jóvenes románticos. En los mundos marinos viste la adoración, su nuevo arte. Había un modo único trasmitido en la disolución, días de la primera forma. Qué música iban a tocar.

COMIENZA LA HISTORIA, 1890



Por Unknown

El Sr. Jonhsnton , presidente del Sevilla FC en 1890, se preparaba para arbitrar aquel partido en el Hipódromo de la Dehesa de Tablada frente al club de recreo de Huelva, que fue invitado por los propios socios sevillistas, para casi perpetrar eso que hoy conocemos como el primer partido conocido en suelo español entre clubes, y sobre todo bajo las normas de la Asociation Rules, o lo que es lo mismo, aquellas reglas que distinguen el fútbol del fútbol rugbi. 

Hugh MacColl, él prefirió llamarse Hugo y conservó el nombre españolizado incluso cuando volvió a Gran Bretaña, fue el primer capitán de aquel equipo sevillista compuesto por mitad británicos y mitad españoles, todo un entrenador y directivo, pues era lo mismo en aquella época, y parece que era el único consciente de la responsabilidad que supondría activar aquel dispositivo, que daría el pistoletazo de salida del inmenso espectáculo de masas que ruge tras un balón. 

En su diálogo con el presidente Johnston, antes de revelar a Sevilla el arte de la esferomaquia por primera vez, dos niños pasan por delante de ellos, Carlos y John, muy pequeños todavía e hijos del propio Edward Farquharson Johnston y de un tal John Sidney Langdom, socio y médico del equipo sevillista, jugarían años más tarde, en torno a 1905 en el club de la ciudad. 

Preocupado el capitán MacColl que además el partido se celebre en la ciudad de Sevilla, donde un señor apellidado Ritson, jugador del Sevilla FC, marcase el primer gol conocido en España. Y es que… 

Entonces como ahora también se preparaban los partidos. En 1890, hace la friolera de 123 años, ya bajaba el presidente a la hierba a arengar a su capitán para que, a su vez, este transmitiera al resto del equipo esas palabras animosas.

Entonces como ahora en Tablada o en Nervión, los sevillistas conformaban un Club perfectamente reconocible por sus principios, por sus ideales, por su plena conciencia de pertenecer a un grupo diferenciado y perfectamente reconocible. 

Entonces como ahora nuestro nombre no ha variado y se pronuncia Sevilla Fútbol Club, tres palabras mágicas que han dado gloria a esta ciudad para siempre.

Entonces como ahora nos sentimos orgullosos de representar a la ciudad de Sevilla y aunamos todos nuestros esfuerzos en la lucha deportiva para dejar su pabellón bien alto allá donde vamos y ofrecerle el máximo de triunfos. 

Entonces como ahora somos un Club de fútbol y a eso nos hemos dedicado durante 123 años a preparar concienzudamente cada desafío, cada partido y cada campaña.

Entonces como ahora pensamos en el futuro y desde los primeros tiempos han estado presentes los niños y jóvenes en nuestra entidad asegurando los relevos generacionales y la continuidad de nuestra institución. 

Entonces como ahora hemos sembrado la ilusión en la ciudad a través de nuestros diversos campos de sports repartidos por toda su geografía practicando y ofreciéndole a Sevilla un nuevo deporte llamado fútbol que desconocía hasta ese momento. 

Entonces como ahora renace la esperanza en la victoria cada vez que el Sevilla Fútbol Club salta al campo y nuestra fe en el éxito cada temporada que comienza. 

Entonces como ahora nació la llama del sevillismo. 

Ahora, por último, queremos hacer público nuestro agradecimiento a los que entonces nos permitieron llegar hasta aquí. El sevillismo rugirá esta temporada, por aquellos que nos precedieron, y en las gradas del Ramón Sánchez Pizjuán.


domingo, 7 de julio de 2013

LA ILUSIÓN DE LOS BIENES COMUNES



Por César Rendueles

Hay una paradoja extraña en los movimientos ciberactivistas. Por un lado, sobreestiman las posibilidades de la tecnología. Por otro, cultivan el atavismo. Los gurús tecnológicos proponen analogías entre los DRM y los enclosures (los procesos históricos de expropiación de las tierras comunales en Inglaterra entre los siglos XVII y XIX). Ven similitudes entre la generosidad digital y el potlach (un sistema de festines tradicionales de los nativos de la costa noroeste norteamericana). Nos sugieren que entendamos Internet como un bazar (una institución secular de intercambio mercantil de origen persa). 

Es como si creyeran que Internet nos permite reengancharnos con el entorno supuestamente cordial de las sociedades tradicionales tras el incómodo paréntesis de la modernidad. Tal vez por eso la única alternativa a la mercantilización que se plantea desde las filas del ciberactivismo es la recuperación del concepto de “bienes comunes” (en inglés, commons), otra reliquia historiográfica. 

Los commons son los bienes y servicios que en innumerables sociedades tradicionales se producen, gestionan y utilizan en común. Pueden ser pastos, cultivos, recursos hídricos, bancos de pesca, leña, caza, tareas relacionadas con el mantenimiento de los caminos, la siega, la alfarería o el cuidado de las personas dependientes. Los ciberactivistas insisten en que hay un parecido al menos formal entre estas formas seculares de cooperación y la redacción de un artículo para Wikipedia, la programación de software libre o el subtitulado altruista de películas o series de televisión. 

La discusión contemporánea más conocida sobre los bienes comunes se remonta a un famoso artículo de Garrett Hardin que explicaba como la gestión de los recursos de uso común se enfrentaba a un dilema. Si varios individuos actuando racionalmente y motivados por su interés personal utilizan de forma independiente un recurso común limitado, terminarán por agotarlo o destruirlo, pese a que a ninguno de ellos les conviene ese resultado. 

En vez de intentar refutar a Hardin, la economista Elinor Ostrom se hizo otra pregunta igualmente interesante. ¿Cómo pudieron, entonces, sobrevivir los comunes en las sociedades tradicionales? Los miembros de las sociedades neolíticas no eran héroes morales ni colectivistas idiotas. Sabían distinguir al menos tan bien como nosotros entre su interés individual y el de su comunidad y a menudo sentirían la tentación de incumplir los acuerdos colectivos. En realidad, lo enigmático es que no se haya dado la tragedia de los comunes más a menudo. 

A través de una ambiciosa investigación, Ostrom descubrió las condiciones institucionales en las que es más probable que surjan acuerdos sobre los recursos de uso común eficaces y estables. Se trata de un entramado organizativo muy sofisticado que las comunidades antiguas desarrollaron a través de un proceso evolutivo de deliberación. ¿Es aceptable establecer una analogía con el contexto cooperativo digital actual? En pocas palabras: no. 

La práctica totalidad de los bienes y servicios que se mencionan habitualmente como recursos de uso común digitales son, en realidad, lo que los economistas denominan “bienes públicos”. Para empezar, son infinitamente reproducibles sin coste adicional. Eso no tiene nada de malo, pero significa que se disfrutan a la vez, no en común. Pero, sobre todo, son el producto de una preferencia individual por el altruismo. Disponemos de ellos porque alguna gente antepone la preocupación por los demás al interés propio. Es loable y digno de gratitud. Sin embargo, la producción de bienes comunes tradicionales no dependía de la generosidad individual sino que estaba incrustada en sistemas de reglas sociales muy estables. Formar parte de una comunidad tradicional significaba estar comprometido con esas reglas. Por eso los bienes comunes digitales carecen de las características generales que Ostrom atribuye a los commons: no tienen límites bien definidos, las reglas de apropiación y provisión no están adaptadas al entorno local, no hay mecanismos eficaces de vigilancia y resolución de conflictos… 

Los internetcentristas imaginan que la cooperación digital nos aleja tanto del individualismo liberal, para el que el interés egoísta era el motor del cambio social, como del Estado paternalista que ahoga la creatividad personal en una ciénaga burocrática. Imaginan un mundo lleno de emprendedores celosos de su individualidad pero socialmente conscientes. Donde el conocimiento será el principal valor de una economía competitiva pero limpia e inmaterial. 

Es un programa atractivo que ha rebasado los límites de Internet. De hecho, muchos izquierdistas reivindican hoy una economía de los bienes comunes como proyecto político deseable y factible. Consideran que es una alternativa tanto al capitalismo neoliberal como al callejón sin salida burocrático de los estados del bienestar: una forma sencilla de quedarnos con lo mejor de una economía cuyo motor no sea el afán de lucro individual sin caer en la sumisión a las élites políticas. 

El problema es que las relaciones comunitarias densas y continuas son esenciales para la supervivencia y la estabilidad de los sistemas de bienes comunes. Casi no existen en las sociedades modernas -que se caracterizan por un grado alto de fragilidad de las relaciones sociales- porque la tentación de no cooperar es muy fuerte cuando la interacción social es anónima y discontinua. 

El proyecto antagonista de los bienes comunes infravalora sistemáticamente estas dificultades. Creo que es el producto de una contaminación del mundo político por el ciberfetichismo. Internet genera la ilusión de un vínculo social sin ninguna de sus características materiales. No resuelve los problemas del individualismo, sólo hace que no nos importen. La verdad es que desarrollar sistemas amplios y estables de gestión de recursos comunes en las sociedades complejas es extremadamente difícil y ninguna ortopedia tecnológica va a disolver ese dilema. 

Por otro lado, ya disponemos de un repertorio amplio de mecanismos institucionales diseñados para mitigar los efectos del mercado en un entorno no comunitario, como asociaciones ciudadanas, cooperativas, universidades y un abanico de intervenciones públicas cuya enorme diversidad queda desfigurada cuando se agrupan bajo el lema del “estado burocrático”. Ninguno de ellos posee ese aura típica del automatismo digital. Se caracterizan por ser desesperantemente lentos, engorrosos y contradictorios… Tanto como la propia vida en común. 

La moraleja es que tenemos mucho más que aprender de iniciativas contemporáneas de democratización económica modestas y poco espectaculares que de experiencias históricamente remotas o exóticas y minoritarias. Fagor o Zen-Noh no tienen el encanto de alguna revuelta tardomedieval de la baja Sajonia o de un hacklab berlinés. Son proyectos interesantes no a pesar de sus enormes contradicciones políticas y sus limitaciones prácticas sino a causa de ellas. 

Construir un entorno económico cooperativo a partir de un contexto social tan autodestructivo como el nuestro es una tarea titánica que seguramente merece la pena intentar. Pero para ello no resulta de mucha ayuda adentrarse en caminos cegados cuya principal virtud es esa exquisita coherencia que sólo poseen las entidades ficticias… como los bienes comunes de las sociedades complejas.

Fuente; espejismos digitales

domingo, 30 de junio de 2013

LOS CLÉRIGOS VAGABUNDOS


La potencia de representación; el pensamiento dibuja un espacio interior.

El estilo debe entrar en la idea para romper las doctrinas.

La fuerza de la palabra arruina la poética del precio; habla sin hablar.

Una página catedral; sólo la estupidez llena el vacío.

En la transformación el vínculo desata las paradojas, pensante y demencial perdido de la letra.

Calla el parloteo, en un solo de frase está el camino inverso.

La fórmula y la clínica se hacen carne en el país de los muertos.

Vagabundo y distraído está el primer ritmo del pensamiento.

En la doctrina acaban copiándose los necios.

Julio 2013

sábado, 29 de junio de 2013

SEVILLA, 8 MARZO DE 1890

¡ECHARLOS!


De todas las derechas europeas la española es la más incivil, brutal y egoísta que se conoce. La saña con que el gobierno del PP se está empeñando en destruir lo que de España se había puesto en pie tras la dictadura, no tiene precedentes. El gobierno de Madrid odia a los catalanes, a los vascos, a los pobres, a los estudiantes, a los parados, a las mujeres, a los actores, a los científicos… y a los andaluces y andaluzas. No hay acción de gobierno progresista del gobierno de izquierda andaluz que no sea inmediatamente paralizada por la vía del recurso ante el Tribunal Constitucional. La actual legislación permite que cualquier recurso del gobierno central ante el TC paralice automáticamente la vigencia de la norma recurrida, hasta que finalmente se pronuncie el mismo tribunal en la admisión a trámite. El PP está usando esta prerrogativa contra Andalucía en materias como la subasta de los medicamentos y ahora anuncia otro recurso contra el decreto antidesahucios. Un golpe violentísimo contra la autonomía andaluza y contra un derecho tan básico como el de la vivienda. Ha bastado que los criminales de la Troika hayan manifestado cierto malestar con este decreto, que ha devuelto la esperanza a miles de personas amenazas de perderlo todo, para que sus siervos en España hayan sacado la guadaña de los recursos. Que importa el sufrimiento, el desamparo de millones personas sacrificadas ante el altar del enloquecido catecismo neoliberal, que importa. ¡Echarlos¡ debe ser el norte obsesivo de todo andaluz y andaluza, de todo trabajador, de todo ciudadano, de todo demócrata. ¡Echarlos¡ hasta que no quede de ellos ni la memoria. ¡Echarlos¡ hasta que se arrepientan de haber nacido. Egoístas y crueles. ¡Echarlos¡. Para ello toda protesta es legítima y toda pasividad oprobiosa. ¡Echarlos!

martes, 18 de junio de 2013

LOS CLÉRIGOS VABABUNDOS


Situar el trastorno social, el régimen estético al mismo tiempo.

Veréis la borradura, la danza, la desnudez, cosas contra la imagen.

Se escuchan hoy las viejas inscripciones, el alma de los disidentes.

Comprendida allí, ves, fábula política, un arte de lo irrepresentable.

lunes, 17 de junio de 2013

DE LA MAREA



Los músicos viven en el corte de la sombra. Recuerdas.

La cercanía atraviesa, frente a frente el doble sujeto.

En el interior de un sueño oyes la grieta de las mareas.

La instancia temporal dice y desdice simultáneamente; son los ojos que parten en el rompeolas.

Un atestado de la brevedad es el ojo metafísico

Ví, un mediodía marino, el cuerpo de arena y sal.

Vuelve a abrirse, en el tiempo interior, el mar. Hablemos de otro tiempo.

Antes de tu corazón oyes el gran sueño de las mareas.

miércoles, 12 de junio de 2013

ALAMEDA ¡¡SITIO HISTÓRICO!!


¡¡Espectacular!! De tres pliegos en tres pliegos, la gente hacía cola para firmar contra el Zoidoparking y a favor de declarar la Alameda de Hércules Bien de Interés Cultural en su categoría de sitio histórico. La Alameda es el primer jardín público urbano de Europa y el segundo del planeta. Procede que se reconozca y se proteja. Hoy Zoidoalcalde dice en una entrevista que la Alameda no está en el casco antiguo y no tiene identidad. Esta tarde, vamos a someter a votación si le regalamos un libro de Historia de Sevilla, otro de geografía urbana y una brújula. Es verdad que también necesita mucho sentido común, pero eso no se puede tener, o se tiene o no se tiene. Y el munícipe es muy deficitario en ello.

lunes, 10 de junio de 2013

A ZOIDO NO LE GUSTA LA ALAMEDA, MI PATRIA.




Por Francisco Garrido

Antes que nada tendré que decirlo: la Alameda de Hércules es mi patria. Casi todo lo que quiero tiene en la Alameda algún lugar. Muy cerca de allí había una confitería deliciosa, nunca mejor dicho, se llamaba “La gloria”. Cuando pequeño en la parroquia del barrio,“Oro Santoro” (el nombre original es Omnium Samtorum) escuchaba hablar de la gloria, pensaba que era una confitería. Mientras creí que Cristo murió para llevarnos a todos a una confitería, fui cristiano. Luego cuando, poco a poco, fui descubriendo que ni el cielo era una confitería ni la alameda era el paraíso, dejé de ser cristiano (desgraciadamente no mejoré mucho, algo si, me convertí en diabético). Pero a la Alameda no, a esa nunca la deje. La Alameda de Hércules ha sido para mí , y para muchos, el territorio de la gracia, del sexo, de la trasgresión , de la impostura, de la rebelión, de la igualdad, de la derrota, de las Macarena alumbrando la noche y de las iglesias ardiendo iluminando el día, de los chulos y de las costureras, de los cines de verano y de las murgas de Regaera, de Caracol y de Pedro Vallina, de Pepe Díaz y de Barneto, de Guy Debord y de la pila del Pato, de la Maleni y de la Macarrona, de la capillita del Carmen y de casa frasquito, del “UHP no pagar el alquiler “ y del tío levita , del Esparta y de Belén Grande, de la Niña de Los Peines y de la madre de Barneto, de las Guardia de Asalto republicana y de los panaderos del sindicato de la Aurora. Esta Alameda que fue una zona prohibida y maldita para las clases medias y altas de Sevilla durante el día y visitada furtivamente durante la noche. Esa Alameda, mi Alameda, ha sido objeto de deseo de la especulación urbanística desde los tiempos de las inundaciones de los sesenta hasta los últimos ataques del Plan Urban. Primero nos arrojaron allí y desde hace tiempo están empeñados en echarnos de allí. Pero los lugares parecen que tienen querencia y a la Alameda sigue yendo gente de mal vivir: niños, alternativos, músicos, agricultores ecológicos, almacenistas de sueños, teatreros. Por eso la Alameda no le gusta a Zoilo, el alcalde del PP, ni al ABC. Lo ha dicho en una muestra de sinceridad que viniendo de él, debería ser motivo suficiente para preocuparse por el estado de su salud mental: “A la Alameda no vienen los turistas“ ha declarado el zoquete. Por eso, según Zoido, esta justificado construir un enorme aparcamiento subterráneo. Sevilla como parque temático y la Alameda como `parking vigilado”, este es el proyecto. Dragado del rio, miles de coches en la Alameda, semáforos (habéis observado la obsesión que tiene la derecha con los semáforos) al fin al cabo esto no es Sevilla. No han podido colonizar la Alameda y aspiran a destruirla. No les basta haber expulsado a miles de sus habitantes a un extrarradio tan fríamente inhumano, no les basta, quieren más. Total, para cuatro perro flautas que hay allí, piensan. Nada nuevo. La gente de la Alameda somos maestros de la resistencia, ya conocimos ataques peores y aquí estamos todavía. Hoy gobierna en Sevilla los herederos políticos y económicos de los que fusilaron a miles de vecinos, de los que destruyeron los corrales de vecinos para especular, de los señoritos que abusaban de las mujeres de la vida. Queipo vuelve con piquetas y excavadoras a profanar este suelo sagrado del dolor, la libertad y la gracia, mi patria. No pasarán.



PARALELO 36. ANDALUCIA.