Refiere San Buenaventura en su “Raíz sombría”, acerca del secreto del encuentro del testigo y lo sagrado, el Kairós o tiempo oportuno. En sus largos paseos solitarios por la playa, libro en mano, lleno en sus asuntos, el Hermano José también parecía albergar ese sereno y secreto encuentro. Aquel verano lo conocí en Chipiona, venía de África y estaba descansando unas semanas. Algunas tardes hablábamos de religión y de literatura, era un apasionado lector de San Buenaventura y de San Agustín, pero también de poesía española y de literatura árabe El me enseñó los cuatro hermosos movimientos de los Ángeles, de Eckhart, solía relatar muy a menudo pasajes enteros de un obra que le había marcado, La Vida de los Santos, de Freit. Una mañana radiante, entre el olor a marisquería de corrales, me trajo este libro de mi paisano Fernando de Herrera que semanas antes le había dejado y que le acompañó durante sus paseos.
Bajo la luz del Santuario de Santa María de Regla y del Venerable Padre José Lerchundi, lleno de alegría chipionera y franciscana, este recuerdo al hermano José, por esos mundos y ciudades de Dios, quizás fuera ya del mapa y del calendario.
Biblioteca del Monasterio de Santa María de ReglaBajo la luz del Santuario de Santa María de Regla y del Venerable Padre José Lerchundi, lleno de alegría chipionera y franciscana, este recuerdo al hermano José, por esos mundos y ciudades de Dios, quizás fuera ya del mapa y del calendario.
2 comentarios:
Gracias Luis, por compartir con nosotros estas historias de los libros, tan humanas y tan bien contadas. Y gracias también por recordarnos a nuestros clásicos, esos que tanto nos enriquecen.
Un brazo
Plenos de emoción y sabiduría. Un abrazo, amigo luis.
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