Barbara Kruger
Entro en la vieja galería abandonada. Como Wheit, podría encontrar el espejo marino, los cristales rotos por los cristales, decir como Baudrillard; la forma no remite ya mas que a otra formas y sin circulación de sentidos, captar nuestra ausencia del mundo y que las cosas aparezcan. La mecánica del detalle anula las estructuras-relatos. Pero me resuenan otras palabras -en el sistema solo habla el controlador, el jefe. El sistema es siempre la voz del jefe, por eso todo sistema es totalitario, mientras que el pensamiento fragmentario permanece libre- de un escritor rumano.
Una sola figura sobre los márgenes,
o mas bien
la crítica habla de una obra que no existe,
la simple recitación o lagunas de vocabulario,
la marca de su posible desaparición.
La forma no dice jamás la verdad;
fue en la vieja aparición de Duchamp,
mas superstición, mas desecho.
La apuesta de la desaparición es una gran obra,
el desafío del sentido, su indigencia,
el único arte posible.
Una sola figura sobre los márgenes,
o mas bien
la crítica habla de una obra que no existe,
la simple recitación o lagunas de vocabulario,
la marca de su posible desaparición.
La forma no dice jamás la verdad;
fue en la vieja aparición de Duchamp,
mas superstición, mas desecho.
La apuesta de la desaparición es una gran obra,
el desafío del sentido, su indigencia,
el único arte posible.
4 comentarios:
Quizá en esa "apuesta de la desaparición" esté puesta la esperanza de que aparezca el arte. Como dejarle el camino despejado. Algo así.
Un beso.
"captar nuestra ausencia del mundo y que las cosas aparezcan"...crear es dudar, buscar, encontrar, relacionar.
¿Puede haber mayor desafío?
Un beso enorme.
Querida Olga, intento recordar o evocar una transferencia de lo figurativo a la conceptual, entre la muerte de lo real, en su crisis de sistema de valores, ahí quiere la tardomodernidad que estemos. Quizás un tema muy controvertido, complejo y de larga discusión.
Un beso
Querida Marisa, quizás esa actitud como una alternativa dramática de la realidad, no existe ya lo anticipado que con tan suma maestría reflejó Sófocles. Y en efecto, la escritura también debe de ser un desafío.
Un beso
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