la hondura de tu escucha
es el silencio del hombre,
abre y vive la promesa,
siempre la deriva;
dar a luz sombra de sí,
morada del vacío, claridad de la tiniebla,
caer
en lo humano,
en la marca del tiempo.
Detrás de cada huella
ni principio ni comienzo,
agregamos nuestra sed
al amor perdido pero no abandonado.
También tu escucha
es el temblor de la noche,
la quebrada intensidad
donde lo abierto se retiene,
inicio,
umbral del encuentro.
6 comentarios:
El tiempo inabarcable, se abarca en la palabra, en la poesía, en el afecto, en la entrega. Calmamos nuestra sed en la palabra, palabra amiga, palabra buscada, palabra reencontrada y compartida.
Hermoso poema, querido Luis, te leo en mi silencio.
Me parece un poema estupendo José Luis. Un saludo.
Gracias, Marisa, por tus palabras. La escritura como espacio de revelación y de origen, con la tensión de lo presente y ausente.
Un beso
Gracias, Ana Maria, es un tanteo en las sombras, como la plenitud y pulso de la propia vida, aspecto arriesgado, pero al que le tenemos que deber una intensa fidelidad.
Un beso
Hermosos versos que destilan complicidad y lirismo. No se imponen ni huyen de los temas comprometidos: la difícil tarea de la escucha, el encuentro. Un intento logrado de enseñanza.
Un abrazo
Gracias, Ovalis, sin duda es uno de los grandes caminos de la expresión poética, como el canto de umbral o frontera de Celan.
Un beso
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