domingo, 27 de marzo de 2016

El FÚTBOL Y LA ESCUELA SEVILLANA


EL ESCOCÉS MR. TOMPSON Y LOS AFICIONADOS QUE QUIEREN QUE NO SE ACABE EL SALERO.

Hace algunos anos llegó a Sevilla Mac Vean Tompson, escocés, gran aficionado a la práctica de toda  clase de deportes. Hicimos amistad, y al enterarte de que entre nosotros se jugaba al fútbol mostró deseos de presenciar un partido. Fuimos a un encuentro de casa del campeonato de España entre el Madrid y el Sevilla. Ganaron loa madrileños por cuatro a cero. Aquel Madrid jugaba bien al fútbol. Creímos que nuestro amigo habría de aburrirse ante la lucha de aquellos equipos, tan inferiores a los de su país; pero cuál no seria nuestra sorpresa al observar con cuánto interés seguía los incidentes de la lucha. 

Al terminar el partido hubimos de preguntarle. —¿qué le ha parecido esto? —Interesantísimo — contestó —.El equipo blanco—Madrid—tiene cierta noción del juego: pero el rojo, Sevilla—no sabe absolutamente nada. —Entones ¿le habrá gustado mas el Madrid? -No; me ha gustado más el Sevilla. La contestación nos pareció incongruente e intentamos aclararla. —¿Cómo le ha gustado el Sevilla, si dice usted que no sabe jugar? —No sabe jugar al fútbol; pera juegan a otra cosa que resulta muy interesante y muy nuevo— ¿Eh? —He visto varias corridas de toros en Bilbao, Madrid y Sevilla y esto de esta tarde se parece más a una de esas corridas que al fútbol asociación que se juega en mi país Y resulta bastante bien; yo creo que este juego, más perfeccionado, causaría en Inglaterra verdadera admiración. —Usted está de broma, ¿verdad. Amigo Tompson? Hablo en serio, esa manera de jugar es muy bonita. Cuando un jugador toma la pelota hace con ella lo que le parece, sin preocuparse de. los compañeros y trata, mas que de avanzar hacia la meta enemiga. burlarse, con ágiles quiebros; del contrario que quiere arrebatársela. No se trata, por lo visto, de batir la portería del enemigo, sino de que cada. jugador se divierta fantaseando y haciendo cosas absurdas con la pelota... —Pero según usted, no es jugat al fútbol. Ni es posible jamás ganar partidos. —y qué más da,  El mejor deporte es aquel en que se logra un buen ejercicio físico de la manera más divertida posible. Ganar o perder el algo secundario, sin importancia. Yo quiero ingresar en el Sevilla para divertirme también mucho. 

Y, efectivamente, Tompson jugó con el Sevilla varias temporadas y fue uno de los que  contribuyeron a crear la  escueta sevillana. Se perfeccionó la manera sevillana de jugar al fútbol, única que interesaba a nuestro público, la llegada de Kinké a las filas del Sevilla acabó de redondear el estilo

Pasó la época romántica. Vino el profesionalismo ton su industrialización. del deporte y la necesidad de ganar partidos n toda costa. Nuestros equipos van desechando ya su anterior ineficacia combativa, con harto sentimiento do muchos aficionados antiguos y castizos a quienes este cambio de táctica no les ha convencido todavía. ;Aquello si que era fútbol!—suelen exclamar—. Esto de ahora es una cosa estúpida. sin arte, sin esa migita de salero que le ponemos aquí a todas las cosas, aun a las más raras. Pero se ganan partidos: —Y usted cree que yo voy al campo a ver ganar a mi equipo. A mi lo que me entusiasma es ver cómo los nuestros, tan chiquitiyos, le dan «coba a esos tíos grandes que vienen de por ahí arriba. !Eso si que tiene salero!

OTERO

El Heraldo de Madrid, junio 1929

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