La cercanía atraviesa, frente a frente el doble sujeto.
En el interior de un sueño oyes la grieta de las mareas.
La instancia temporal dice y desdice simultáneamente; son los ojos que parten en el rompeolas.
Un atestado de la brevedad es el ojo metafísico
Ví, un mediodía marino, el cuerpo de arena y sal.
Vuelve a abrirse, en el tiempo interior, el mar. Hablemos de otro tiempo.
Antes de tu corazón oyes el gran sueño de las mareas.
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