Los signos vienen de la memoria
de la luz en la tarde de verano. Quieres crear los signos contra el Gran
Tiempo. Tu presencia es en el sueño, tu presencia profunda es más real. Miras
la luz en las aguas y en el cuerpo, te adentras con el fuego de la tierra. En
este paisaje ya estuviste hace mucho, y continúas. Tu ausencia desvivió las
estaciones oscuras y preparó tus pasos. Aquí estás acodado frente al Atlántico,
sintiendo la claridad extraña de unas sombras, con nombres de plenitud o vacíos
que intentas poseer más que pronunciar. Luz adentro, en su cercanía, acogido
por una esperanza ciega.
Viernes, 2 de febrero de 2001
16:48 h.
Todo el tiempo del verano.
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