Ayer, la policía procedió, prohibiendo el paso a los ciudadanos y con numerosos efectivos, al desalojo de la Antigua Fábrica de Sombreros de la calle Heliotropo, junto a la Plaza de San Marcos, que hasta ahora venía haciendo una labor cultural alternativa, sus ocupantes salieron pacíficamente. La propiedad pretende hacer pisos en esta fábrica abandonada que estos jóvenes han adecentado y ocupado como lugar de encuentro para personas inquietas e interesadas en estos ámbitos. Más pisos de lujo y más especulación en la ciudad de los pisos cerrados, a derribar otra buena muestra de la arquitectura regionalista sevillana, obra de José Espiau. Uno, paseante y callejero, estaba allí, yo también soy un ocupante de mi ciudad, espero que no me desalojen algún día de ella.
2 comentarios:
Aquí en Madrid hemos vivido bastantes veces el desalojo por la fuerza de locales ocupados para realizar actividades culturales, fuera de los cauces de control estatal.En Lavapiés funcionaban muy bien (recuerdo el Laboratorio) pero a los organismos oficiales no les gustaba que se enseñara y se compartiera fuera de su tutela, así que se acabó.Un abrazo Luis.
Querida Marisa, sería interesante comprobar el resultado de estas experiencias en recorridos largos, pero...com tu bien dices.
Un beso
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