sábado, 9 de mayo de 2009

RECORDATORIO




El 31 de agosto de 1936, 67 mineros procedentes de Rio Tinto, que venían a liberar la ciudad tras el golpe del genocida y matarife Queipo de llano y su banda, fueron fusilados en las Murallas de la Macarena, como tantos otros, fueron victimas de una cruel traición y emboscada, después cayeron sobre sus familias la represión, la mentira y el olvido. Estos mineros no venían engañados ni a volar la Giralda, como los historiadores espontáneos de la propaganda neofranquista todavía repiten. Las instituciones e importantes sectores de la caterva reaccionaria sevillana, tan aficionados a poner placas y monumentos a calaveras y toreros, nunca se ocuparon de ellos. Lugar emblemático donde los haya, por fin, hace unos días, el Ayuntamiento de Sevilla, gracias al esfuerzo de diversos colectivos, ha querido perpetuar el recuerdo de estos mineros y de otros muchos sevillanos que perdieron aquí su vida. Afortunadamente, desde hace años, con enorme mérito, rigor y esfuerzo, la historiografía solvente trabaja, es el caso de Francisco Espinosa, Juan Ortiz o Leandro Alvarez. No puedo dejar de reproducir el curioso método de esos historiadores espontáneos neofranquistas a los que Francisco Espinosa denuncia y que casi todos tenemos en mente, pero a los que no merece la pena ni citar.


Dicho método, verdadera revolución en el mundo de la historia, tendría las siguientes características:

1. Exime a los investigadores de la tediosa tarea de ponerse al día sobre el tema que se desea tratar.

2. Libera al historiador de los archivos, limitando la búsqueda, si acaso, a los más cercanos a casa y siempre a unos cuantos documentos (incluso a uno solo).

3. Sitúa en la mesa-camilla el centro de operaciones del investigador.
4. Ofrece libertad absoluta para elegir nuestras fuentes e incluso la posibilidad de prescindir de ellas a capricho o no citarlas.
5. Acaba con la absurda distinción entre fuentes primarias y secundarias.
6. Nos libra de la caduca costumbre de contrastar nuestras hipótesis con las de otros historiadores.
7. Al prescindirse prácticamente del engorroso aparato crítico propio de la disciplina histórica desde el siglo XIX se pone, por fin, la Historia al alcance de todos.
8. Acaba con la enojosa figura del especialista e implanta el principio de que la Historia está al alcance de cualquiera, incluso del que no la estudia.
9. Reduce el proceso de elaboración y edición de un libro a extremos antes inimaginables (la única limitación es la de dar un plazo de 10 ó 12 meses para que antes de sacar el próximo se venda el anterior).
10. Al saltarse todo tipo de trabas y convenciones supone una revolución en el mundo de la comunicación: los muros entre el historiador y la sociedad han desaparecido.
11. Ofrece como fruto de la investigación y de la reflexión lo que hasta la fecha no se consideraba sino mera charla de café, copa y puro.
12. Permite presentar como elaborado "discurso histórico" la ideología franquista y neofranquista.
13. Sirve de acicate para que otros "historiadores" similares salgan a la luz sin absurdos temores.

Todo esto, además, va unido a una serie de principios orientadores que podrían resumirse así:
1. Simplificación del mensaje.
2. Reiteración ad nauseam.
3. Apariencia de veracidad histórica.
4. Estilo aparentemente desapasionado.
5. Exposición y uso de los argumentos contrarios para dar impresión de objetividad y superioridad.
6. Mezcla calculada de elementos y datos reales con exageraciones, mentiras y tergiversaciones




14 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Siempre "in memoriam" de aquellos que todo lo perdieron, hasta el derecho a que se contara su historia como realmente pasó.Me ha emocionado tus palabras y recordar tanta infamia... Reconforta saber que no están solos porque hay quien los honra y los recuerda

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias, Marisa. Es penoso que todavía se tenga que luchar por estas cosas tan evidentes, la culpa, como ya hemos comentado otras veces, fue la falsa transición que tuvimos, que no fue sino una imposición por parte de los poderes fácticos. Si esta columna minera hubiera conseguido sus objetivos, quizás hubieran hecho fracasar a los golpistas y detenido aquellas horas trágicas para tantos sevillanos y posteriormente para toda España. Ten presente que aquí comienza el golpe, los primeros disparos que se producen en Europa antes de la Gran Guerra tienen fecha, hora y lugar; Sevilla, sobre el mediodía del 18 de Julio en la calle Tetuán.

Un beso.

jlgr dijo...

Escribe usted bien pero no me convence, dice lo que cree pero no la realidad

José Luis Garrido Peña dijo...

Estimado amigo, la historia no es lo que yo creo. Otra cosa es que usted se ponga la mano en el pecho y diga que es Napoleón.

jlgr dijo...

Usted forma parte de los que llevan al país a la situación actual con este gobierno, la historia, la economía. Los intelectuales que difunden todas esas ideas.

J. Armenteros dijo...

Luis, me han parecido muy justas tus palabras, lo que escribes es lo mas natural del mundo y obedece a un verdad histórica incuestionable, otra cosa es que muchos no la aceptan. Cuenta también con aquello del franquismo sociológico, del que ni ellos mismos son conscientes muchas veces. Me ha parecido estupenda la entrada.


Un abrazo

José Luis Garrido Peña dijo...

Estimado amigo, me llama usted intelectual, gracias. Hombre, con todas las discrepancias que se quieran, no recuerdo yo que las crónicas nombraran a Zapatero, ya sabe, cuando lo de Manolete en Linares. De todas formas, llame usted a Don José María Aznar con su gloriosa batalla de Perejil, o rece a San José María Escrivá, para que salve a su Patria, que evidentemente, no es la mía.

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias, Jesús. Completamente de acuerdo contigo.

Un abrazo

Olga Bernad dijo...

Contar las cosas como son es muy importante. Hay quien no lo hace ni aunque le pongas un video delante de las narices. Es un problema general. La mentira o el "arrimar el ascua a su sardina" es consustancial al ser humano y está en los libros de historia, en los periódicos, en los blogs y en las conversaciones de los bares. También en el comportamiento cotidiano.
Se agradece el rigor, porque el tema no es literatura y porque el uso y el abuso de las mismas técnicas u otras menos elaboradas como el simple chantaje emocional no ayuda sino a desprestigiar cualquier intento mínimamente serio de recuperar verdades que quedaron olvidadas.
A estas alturas, el interés de todos debiera ser un poco de verdad.
Me asusta este país, te lo aseguro.
Un beso.

Blanca Gago dijo...

Estimado Luis:llevo mucho tiempo leyéndote pero hoy no he podido evitar dejar mi comentario. Es triste comprobar el rechazo que provocan aquellos momentos en algunas personas, y el deseo de que no se hable de ese tema.Yo creo que la literatura también debe y puede hacerse eco, porque como dijo en su discurso J.Marsé, la memoria es indispensable en el hecho literario. No creo que Los girasoles ciegos, Si te dicen que caí, Campo de los almendros o tantas otras, sean perjudiciales, porque la vivencia emocional no puede dejarse a un lado.Los que tenemos cicatrices y familiares en cunetas tenemos todo el derecho a emocionarnos,incluso a abusar, y a pedir rigor histórico pero con factor humano, porque no somos sólo frías estadísticas.
Gracias por tu aportación y por tus postrimerías que tanto bien nos hacen a los que , a mi edad, vivimos de recuerdos.
Un abrazo afectuoso

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias, querida Olga. En efecto, si manipulan lo que ha sucedido hace apenas unos años, imagínate cuando hablamos de hechos mas lejanos en el tiempo. Pero es un deber de decencia y de bien nacido denunciar todo tipo de barbaries. Lo mas escandaloso es que aquí, en Sevilla, no hubo tal guerra, sino una matanza sistemática y calculada fríamente. ¿Te preguntarás por qué ahora pasa esto?. Por no afrontar la verdad en su tiempo, los herederos del franquismo no soportan que les muestren la verdad histórica y lanzan todos sus medios de manipulación. Pero esto, lógicamente, ya no cuela, porque se acabaron los cuarenta años de represión y mentiras.

Un beso.

José Luis Garrido Peña dijo...

Blanca, bienvenido tu sabio comentario. Totalmente de acuerdo, la gran literatura está siempre cercana a la vida, a las personas y sus historias concretas. Para mi es mas importante escuchar las historias de mis semejantes que el mejor libro, de hecho, la gran literatura nace y nacerá siempre de esto. Contrario a lo que muchos piensan, el recuerdo es futuro, es sustancia maravillosa de vida.

Gracias y un fuerte abrazo

Rafael Martín. dijo...

Estimado amigo, es un placer pasar por su blog y comprobar que todavía hay gente valiente y firme que dice las cosas como fueron sin miedo.Porque ya no es hora de tener miedo, ese miedo que nos insuflaron durante cuarenta años. Por eso agradezco a todos los que como usted y Marisa ( a la que conozco y aprecio y por la que llegué aquí) y muchos más, siguen poniendo su palabra para que se oiga la voz de los que ya no pueden hablar.
Un saludo de un antiguo preso republicano demasiado viejo y demasiado cansado, que le ha pedido a su hijo que escriba este comentario en su blog.
Un agradecido abrazo.

José Luis Garrido Peña dijo...

Estimado Rafael, mi admiración y respeto para tantos que las horas adversas mantuvieron firmes la lucha por un mundo mejor. Aquí, las medallas no las debe llevar ningún monarca, sino tantas personas que sacrificaron su vida, y esas medallas deben de ser visibles y reconocidas, qué menos. Lamentablemente, todavía hay muchos bobos que se escandalizan por el régimen nazi, cuando lo que padecieron sus compatriotas fue aun peor, amen de la vergonzosa impunidad de la transición. La heroica resistencia de los barrios sevillanos de la Macarena y Triana está aun por escribir, algo de esto dejé escrito en Barricada.

Un cordial abrazo y gracias por sus palabras