sábado, 30 de mayo de 2009

ENVIO


Por Lagar vienes recordando con este pequeño libro en la mano, tú me enseñas la ciudad con tu silencio, yo te convoco para no perderme;


Y tus bienaventurados ojos
miran en la apacible
eterna claridad

F. Holderlin

4 comentarios:

Marisa Peña dijo...

"Tú me enseñas la ciudad con tu silencio,yo te convoco para no perderme..." qué frase tan hermosa en su desnudez.
Un abrazo Luis.

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias; Marisa, por tus palabras. Encarnamos lo que fue, lo que somos, lo que será. La amplitud de esa visión es inmensamente valiosa, es la voz y la memoria persistiendo siempre hacia el futuro.

Un beso

ONDA dijo...

Y esa devoción por su ciudad, tú nos la traes aquí para que los demás la disfrutemos.

Cuánto significan en ocasiones las cosas, los libros que pertenecieron a ellos..

Un abrazo fraternal y sentido de pésame compartido

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias, amigo Ignacio, siempre presentes aquellos que nos dieron la vida y nos enseñaron a mirar la ciudad.

Un fuerte abrazo