miércoles, 1 de abril de 2009

ALLAN POE Y SU TIEMPO MUERTO

La Caída de la Casa Usher,de Roger Corman. Vicent Price y Mirna Faey
en un fotograma de la película

Allan Poe presenta en sus cuentos numerosos planteamientos que Adorno desarrollaría posteriormente, especialmente el concepto de frontera y espacio cerrado. Como en extraña y paradójica mimesis, arrastra las claves del relato romántico, mundos remotos y hundidos, la pesadilla es discursiva y tantea con brillantez un esquema razonable, ese brillo del neurótico. Jerry Wet, guionista que trabajo con R. Corman en la adaptación de sus cuentos para el cine en los años sesenta, percibió un trabajo de campo cómodo sobre este material y señaló, en comparación con otros trabajos para Anthony Mann o Henry Hatawey sobre novelas de Grey , cómo el esquema o encuadre discursivo y eficaz de los textos de Poe le permitían una rica variedad en el perfil de los personajes, los tiempos muertos de cualquier adaptación eran superados por el enorme espacio dentro de ese mundo de frontera y descenso que Poe había creado. Deleuze bajaría cómodamente al neurótico, Poe hace agradable su presencia y nos situa en su juego. La frontera es necesaria y confortable ante la extrañeza y el misterio del afuera, afianza un esquema rígido de perfiles que nos va envolviendo, sus claves simbólicas entroncan con la poderosa cultura clásica, confluyen entonces los ámbitos de representación veraces de las pesadillas. En estos tiempo muertos, Poe está recreando la gran metáfora de los tiempos muertos del hombre moderno, el viaje al lugar encantado y maldito.

4 comentarios:

Kroker y R. dijo...

Buen planteamiento en esta idea, pero yo buscaría mas la forma fría de la que habló Musil, en Poe la encuentro.

Saludos

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias K. y bienvenido, sí, esa forma de la que hablas también está presente en sus útlimos cuentos.

Saludos.

Olga Bernad dijo...

Escribes maravillosamente, Luis, no sé si te lo había dicho. Los temas que tratas suelen ocupar mis comentarios, mi sorpresa por cada autor nuevo o mi reconocimiento en lo que dices cuando ya los he leído; pero hoy me apetecía enviarte la primera frase que he pensado nada más leer la entrada.
Escribes muy bien. Y eso es muy difícil.
Un beso.

José Luis Garrido Peña dijo...

Muchas gracias, Olga, una vez mas, por tu atención. El elogio es inmerecido, pero el acompañamiento en cualquier lectura de un texto es muy importante. Yo te lo vuelvo a agradecer.

Un beso.