miércoles, 4 de febrero de 2009

RAYMOND CARVER

© Bob Adelman


En las metáforas del sueño o pesadilla americanos está Raymond Carver. En las metáforas de un escritor que nunca las usó. De la estirpe de Salinger, de Céline, de su admirado Chéjov, su literatura renombra la vieja sabiduría artesana de su país. Mas que maestro de la dudosa etiqueta de realismo sucio, Carver es un minimalista descarnado, comenzó con la poesía en su turbulenta carrera, fue esencialmente un poeta, para acabar convirtiéndose en una maestro de los cuentos cortos.
Sus técnicas de visualizaciones estáticas, sin acción alguna, su sobriedad y precisión, que ya había utilizado en la poesía, las aplicó a sus cuentos, dando testimonio de las vidas y desastres anónimos. Es mérito singular de Carver el acercamiento sin énfasis a los perfiles desesperados de la sociedad, aunque a veces derive peligrosamente al patetismo. Su estilo seco y directo, su desafío de autenticidad, le salvan de todos esos riesgos. Algo que no sucede con sus imitadores, otras de las plagas que contaminan la literatura y lo hacen aborrecer. Tomando al peor Carver, al del duelo del estilo, al aniquilador del sujeto literario, y recordando aquella frase de E. Pound de que “para un sinnúmero de bobos, lenguaje florido y elevado continúa siendo sinónimo de poesía”, ya saben, la rosa primorosa y rataplan, llegaron al otro extremo; creer que con solo nombras los bares, la marginación y la noche, estaban haciendo literatura. Mejor Carver sin discípulos burgueses y modernillos, sin herencia posible, con su fuerza noble y lucidez en sus auténticos mundos sórdidos.

6 comentarios:

Marisa Peña dijo...

Pues aunque se le conoce más por su narrativa(ese realismo "sucio" de los bajos fondos que luego se puso tan de moda) a mí me gusta su poesía: desgarradora, escueta, precisa,directa. Sobre todo el poema "Miedo".
Como siempre, y no es halago hueco, un placer reflexionar en esta tu casa...
Un abrazo

Anónimo dijo...

Muy agudo, lo de la rosa primorosa. Carver es un autor de gran influencia, si duda. Mala influencia también. Su último libro de poesía me gustó bastante.

Saludos.

José Luis Garrido Peña dijo...

Reconocemos su influencia y su aportación a una concepción literaria, aunque no seamos muy entusiastas de muchos aspectos. Gracias, Marisa, por tu comentario.

José Luis Garrido Peña dijo...

Antonio, no suelo, ni me gusta, traer elementos negativos a estas breves semblanzas, aspectos negativos que en muchas polémicas esconden tantas cosas ajenas a las mismas obras. Pocas veces lo suelo hacer. Gracias por tu comentario.

Olga Bernad dijo...

Tampoco conocía a éste, Luis. Me estoy dando cuenta de todo lo que no sé (y eso que llevo toda mi vida leyendo... debe ser que soy muy joven:-)
Lo curioso de tus reseñas sobre los autores es que, además de hablarnos de ellos, extraes conclusiones con mucha naturalidad pero, en el fondo, una gran contundencia. Las últimas nueve líneas me las quedo:-)
Un abrazo, Luis.
Enhorabuena por la entrada.

José Luis Garrido Peña dijo...

Gracias Olga, lo he escrito otras veces y tú también eres de esa opinión, estamos aquí para hablar de lo que nos interesa. Lo importante es la pasión de nuestras lecturas, no el número. Seguro que todo lo que has leído es suficiente.