Playa de la Cruz del Mar. Chipiona.
Hoy, Miércoles de ceniza, el día que se nos recuerda nuestro inevitable destino “Polvus etis et polvus reverterius”, yo quiero acordarme del júbilo de la vida y acercarme a sus espacios, y en vez de la ceniza propongo la sal desde mi rincón de alegría chipionera.
DESNUDEZ Y COMIENZO
Esta sal que viene de la claridad, su luz ahora en el oscuro cuerpo mojado. Esta sal que llevas como el sol, la que te ha dado el mar y el viento, los labios y los ojos de una muchacha. La misma sal en la cal y la parra, la del ciego oleaje, esta sal de la gracia repetida de los veranos, sustancia del sueño de la vida.
DESNUDEZ Y COMIENZO
Esta sal que viene de la claridad, su luz ahora en el oscuro cuerpo mojado. Esta sal que llevas como el sol, la que te ha dado el mar y el viento, los labios y los ojos de una muchacha. La misma sal en la cal y la parra, la del ciego oleaje, esta sal de la gracia repetida de los veranos, sustancia del sueño de la vida.
9 comentarios:
Luis, me parece enorme el poema, con esa difícil sencillez y brevedad, solo nos falta esa cerveza.
Un abrazo
La ceniza nos recuerda nuestro inevitable destino pero también que aún no somos polvo, todavía no. Aún aquí, junto a "esta sal de la gracia repetida de los veranos", podemos marear a la melancolía con el rumor del mar de tu Chipiona.
Saludos.
P.S.: "Oigo" las entradas. Hay que ver lo que acerca una voz:-)
Hola, Luis, me ha gustado mucho este blog sobrio y elegante, con la seriedad de la buena literatura. Observo, sin embargo, que no cuelgas muchos poemas, que me parecen muy buenos, como este que nos ofreces hoy. Evidentemente, los contrastes que hoy señalas son muy oportunos, conozco tu rincón, tan popular y vitalistas, de mucha claridad e intensidad, muy bien reflejado en el breve pero intenso poema.
Felicidades y un saludo
Me uno a tu júbilo vitalista con ese arrullo del mar, esa sal, esa luz y ese "Sueño de la vida". Un beso, Luis.
Gracias, Alberto. No hacen falta muchas cosas para expresarse. Falta una cerveza, o dos.
Un abrazo.
Querida Olga, la literatura es creencia, yo recuerdo haber hablado con un viejo campesino en una vieja bodega de la costa, era todo un espectáculo escuchar sus historias, magníficamente construidas, del tema ni me acuerdo ni falta que hace, para sí la quisieran muchos de nuestros clásicos. Esa es la creencia esencial, la de la sustancia de las cosas. Efectivamente, cuanto acerca la voz.
Un beso
Enrique, bienvenido. Me alegro que te guste, describes muy bien ese espacio que conoces. Espero que vuelvas, serás siempre bien recibido en esta tu casa.
Saludos.
Marisa, pues siempre bienvenida. Ojalá pudieramos estar todos los amigos juntos en estos espacios.
Un beso.
Lugar cercano a mi querido Sanlúcar, vuelvo por unos instantes a La Jara, a los corrales, al coto, al poniente, donde Adriano dejó escritos algunos poemas modernistas.
Bien traído ese contraste, este pasado míercoles para mí triste pues dimos sepultura a una de las princesas de Adriano, evocada en mi blog, para mi desgracia.
Fuerte abrazo desde este Madrid, hoy cenizo.
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