miércoles, 1 de octubre de 2008

LA ESPAÑOLA INGLESA. MIGUEL DE CERVANTES

A mi recomendación incansable de la lectura de Cervantes sin comentaristas le traiciona algunas veces mi Cervantes sevillano, es el caso de las novelas ejemplares y en concreto el de esta hermosa y breve historia de La española inglesa.
Con un admirable clima sentimental, Cervantes eleva el asunto amoroso en esta obra, el triunfo del amor sobre las codicias y mezquindades. También es la novela de mayores rasgos renacentistas, pone en marcha un proceso que desencadena el ideal platónico. Al comienzo, su enfoque de los personajes es pulcro y sin sobresaltos, esa panorámica con la que Cervantes cimienta toda su narrativa, después el narrador absoluto que se nos presenta irá ramificando las voces imperceptiblemente. Durante su desarrollo se alentará al lector al uso de la imaginación, todos los grandes rasgos de su personalidad están reunidos en estas páginas.
Admirablemente y con breves trazos, Cervantes nos dibuja a los personajes, facilitando ese enfoque imaginativo de sus novelas. El lector marca con claridad sus imágenes en el hilo discursivo de sus historias. Les dejo con Isabela en su casa frontero de Santa Paula y con unas palabras de nuestro autor.

Esta novela nos podría enseñar cuánto puede la virtud, y cuánto la hermosura, pues son bastantes juntas, y cada una de por sí, a enamorar aun hasta los mismos enemigos; y de cómo sabe el cielo sacar, de las mayores adversidades nuestras, nuestros mayores provechos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Es curiosa la brevedad con que Cervantes traza a sus personajes, incluso en el quijote, esto que dices es uno de sus mejores rasgos, deja claro al lector este elemento para guiarlo por la trama.

Un saludo